OST de "Verbo": Al principio fue la palabra...

El cine español sigue avanzando en géneros hasta ahora prohibidos como la ciencia-ficción. En los últimos años Verbo de Eduardo Chapero Jackson, Extraterrestre de Nacho Vigalondo y Eva de Kike Maillo han demostrado que se puede tener personalidad en este género sin plagiar al cine norteamericano.

En el caso de Verbo la música tiene un valor esencial para la inmersión en la lírica futurista que no desprecia a los clásicos. Chapero-Jackson hace una simbiósis peligrosa  pero eficaz entre el Quijote, el conócete a ti mismo esculpido en el templo de Delfos, el rap y el arte de los graffitis callejeros.


La música del compositor francés Pascal Gaigne (Caen, 1958) residente en San Sebastián se une al rap de tendencia filosófica de Nach (Albacete, 1974), que compone parte del guión y la canción final de la película titulada Palabras. Gaigne es un compositor que ya ha demostrado en numerosas ocasiones su personalidad musical gracias fundamentalmente al uso del violín, el piano y algunos instrumentos de cuerda como el arpa. Entre sus trabajos destaca la banda sonora de películas tan diferentes como El sol del membrillo de Víctor Erice, Azuloscurocasinegro de Daniel Sánchez Arévalo o Siete mesas de billar francés de Gracia Querejeta.

En la banda sonora de Verbo la composición va enriqueciéndose a lo largo de la película, acompañando a la protagonista en su búsqueda de la belleza. Chapero-Jackson utiliza con acierto la combinación de silencio, voz en off y música dejando espacio suficiente a la reflexión sin descartar la emoción de los momentos de clímax (la llegada de la protagonista al centro de Madrid, la recitación de El Quijote, el epílogo final). En estos momentos se opta por una música de violín de gran capacidad lírica que acompaña sin saturar (no es fácil mostrar con música la fascinación que genera el encuentro de la belleza sin caer en el exceso de instrumentos o en la cursilería).


¿Y qué pinta Nach en todo este concierto? Nach no es un rapero de verso fácil. Tampoco es Aristóteles ni Lope de Vega pero es un artista que sabe escribir buenas rimas que definen con exactitud la desnudez existencial de una adolescencia que navega teniendo de todo en el aspecto material, pero con enormes carencias espirituales en un mundo cínico, vacío de verdad y belleza. Nach suele ser beligerante y anti-sistema como buen cantante de rap. Pero en su alianza con Chapero-Jackson da una respuesta más esperanzadora a la juventud. Así se explican algunos versos de su canción que anima a la juventud a que deje de quejarse y se esfuerce por mejorar las cosas que no funcionan: Sé tu el cambio que quieres ver en el mundo. Cuando nadie te defiende, cuando el resto no comprende que eres especial y que no caes en la espiral superficial que arrastra a otros que no ven que la inercia y el vicio les dejó fuera del Edén.  Así que saca de una vez por todas tu pasión, tu furia, pasa a la acción arrinconando a la penumbra. 

Otro acierto de Nach es mantener el violín y el piano como instrumentos fundamentales de su canción, facilitando la inmersión en la banda sonora de Pascal Gaigne y su respeto a la belleza clásica que se funde con el modernismo del rap.

Notable thriller: sobresaliente Gosling

Willy Beachum (Ryan Gosling) es un joven y ambicioso fiscal cuya carrera está a punto de despegar definitivamente. Pero antes deberá completar un último caso que parece sencillo; el de Ted Crawford (Anthony Hopkins), acusado de matar a sangre fría a su mujer (Embeth Davidtz). Hay una confesión escrita del acusado y el caso parece un mero trámite. Sin embargo el caso se complica hasta amenazar la prometedora carrera de Willy.


No dedicarán muchos libros a su filmografía. Pero Gregory Hoblit (Texas, 1944), como Jon Avnet ó Phil Alden Robinson, entre otros, es un director que no suele aburrir y tiene buen ojo para elegir historias con ciertas dosis de ingenio (Fallen ó  Frequency). En Fracture, Hoblit vuelve al thriller judicial: género al que pertenece su primera película: Las dos caras de la verdad (1996).

El resultado es más que notable, y la interpretación de Ryan Gosling: sobresaliente. No es fácil enfrentarse a Anthony Hopkins sin salir mal parado. Pero más complicado aún es competir con un personaje que reúne tantos tópicos: abogado joven, guapo, ambicioso y listísimo. Gosling (nominado al mejor actor principal en los últimos Oscar por Half Nelson) realiza una interpretación que matiza al personaje, lo hace vulnerable y humano, huyendo de la pedantería en la que suelen caer estos personajes.


Por otro lado el guión va llevando con ritmo una historia que tiene su cierta originalidad al tratar un caso judicial en el que el juicio es lo de menos. Lo importante es la deducción y el conocimiento progresivo de los personajes, especialmente el de Anthony Hopkins (que incluye humor, ingenio y perversidad), muy bien retratado en los diálogos con Gosling. Eso sí, como película de género judicial, casi todo se confía al final de la trama que, lógicamente, no voy a desvelar. Aunque si añadiré que no me defraudó. Una buena resolución a una película notablemente entretenida y elegante.   

Calificación: 7/10

"Happy Valley": Heredarás la culpa

Esta serie policíaca de la BBC puede presumir como pocas de la muliplicidad de personajes y tramas con entidad dramática propia. En este valle rural de Yorkshire la belleza del paisaje no oculta crímenes, traiciones y decepciones. Aunque toda la primera temporada de esta serie de tan sólo 6 capítulos gira en torno a un caso que no deja de complicarse, la atención de los creadores está en los habitantes del pueblo.

Es fácil comparar Happy Valley con Broadchurch porque ambas son británicas y se centran en un pueblo pequeño dónde casi todo el mundo se conoce. Happy Valley es más austera en cuanto al uso de la música, ralentizados, planos metafóricos, pero también tiene más personajes interesantes con mucho recorrido. En el centro está la oficial de policia Catherine Cawood, recientemente separada de un marido que la sigue queriendo. Sarah Lancasire construye un personaje luchador en retirada, torturada por una vida en la que ha tenido que tomar decisiones muy difíciles.



El clan de los criminales también está muy bien logrado; es un grupo tan heterogéneo que los conflictos entre ellos son constantes. El ritmo de la serie mantiene la atención del espectador, emociona y sorprende con la aparición inmediata y letal de la violencia.

La directora y guionista de la serie es Sally Wainwright, nacida en 1964 en el mismo Yorkshire, que lleva desde 1989 trabajando para la televisión británica en series como Revelations, Coronation Street o La chica del bus. Gracias a sus diálogos la serie transmite veracidad y tensión medida con un retablo de personajes muy complejo. Pero también en el guion hay errores que enturbian su credibilidad; alguno tan importante como el motivo que provoca el delito central de la serie, que resulta muy forzado. También hay algunas decisiones de los personajes que cuesta entender y, especialmente en los últimos capítulos, las conclusiones de varias tramas son algo aceleradas e insuficiente.

A pesar de estas limitaciones Happy Valley es televisión de calidad, muy cuidada formalmente y apoyada en un guion y unos actores que salen generalmente vistoriosos de una empresa nada sencilla.

Happy Valley ganó en 2014 el BAFTA a la mejor serie dramática y al mejor guion. Recientemente se ha estrenado en España la 2ª temporada.

Calificación: 8

Dos regalos

Acabo de descubrir el canal de youtube de Dani Castro y estoy to loco que diría Muchachada Nui. He seleccionado dos de los clips de vídeo que más me han gustado: un videoblog imposible de un crítico de cine en Cannes (obra completa de Dani) y una web therapy con Eva Hache y Carlos Areces para el canal #0. Divertidísimos los dos con una imaginación desbordante y unas interpretaciones anticómicas dificilísimas.



El sucesor de Woody Allen también viene de Brooklyn

Noah Baumbach no deja de crecer. Si en 2012 asombró con Francesc Ha, una película en blanco y negro que aprovechaba al máximo la naturalidad de Greta Gerwig, en 2014 vuelve a demostrar que es uno de los autores más interesantes de su generación con Mientras seamos jóvenes. Naomi Watts y Ben Stiller componen una pareja de cuarentones sin hijos en busca de la juventud perdida que representan un duo imposible formado por Adam Driver (Star Wars, Girls) y Amanda Seyfried.

La película tiene ironía fina y una capacidad insólita de reírse del patetismo de los personajes sin dejar de quererles. El ritmo de gags, frases ingeniosas y desarrollo de las tramas es perfecto. Todos los actores están divertidos y espontáneos con un uso del lenguaje corporal sobresaliente; sólo hay que ver la escena de Ben Stiller y Naomi Watts intentando bailar hip-hop como si fuesen adolescentes.

Baumbach no sólo entretiene sino que además hace pensar sin ser pesimista, erudito o manipulador. Estoy totalmente de acuerdo con la crítica que Lou Lumenick escribía en el New York Post: "La película más divertida de Woody Allen en años la ha dirigido Noah Baumbach". Con la diferencia de que uno tiene 40 años menos que el otro. Y tengo la sensación de que también es menos cínico y neurótico en sus obsesiones hipocondríacas y sexuales.

Calificación: 8/10

"Dioses de Egipto"; Amenaza veraniega

Me acabo de dar un paseo por trailers de próximos estrenos en España y me he quedado boquiabierto con una película. Todas las críticas norteamericanas son nítidas; estamos ante un bodrio mayúsculo, épica de videojuego en constante abuso de pantalla verde.

Se estrenará en junio y en la dirección está Alex Proyas, que es un director que al menos tenía una buena película de Ciencia-Ficción titulada Yo, Robot. Los guionistas son los mismos de películas tan "insustituibles como Drácula, la leyenda jamás contada y El último cazador de brujas, y entre el reparto están ni más ni menos que Gerard Butler, Nikolaj Coster-Waldau y Geoffrey Rush.

La película ha costado 140 millones de dólares, que es el mismo dinero que por ahora ha logrado recaudar. Y dura 2 horas. El trailer no parece engañar.



"¡Olvídate de mí!": el mejor Charlie Kaufman y sin embargo...

Esta comedia dramática de ciencia-ficción está protagonizada por una pareja muy discordante que aún así tiene mucha química: Kate Winslet y Jim Carrey. Comprendo que haya mucha gente que tenga esta película romántica entre sus favoritas porque es diferente, tiene diálogos divertidos y una buena música. 

En mi opinión Olvídate de mí es la mejor de las películas escritas por Charlie Kaufman: Anomalisa, Adaptation y Cómo se John Malkovich, pero sigue estando lejos de ser una obra maestra o al menos sobresaliente. Le sucede algo normal en este tipo de escritores tan creativos; el caos narrativo y los caprichos dramáticos derivados del exceso de personalidad del autor. Aquí las tramas de Tom Wilkinson, Mark Ruffalo, Elijah Wood y Kirsten Dunst tienen muy poco interés en su desarrollo y un desenlace muy decepcionante.


Lo mejor de la película es la pareja protagonista que tiene momentos muy brillantes aunque al final los dos personajes acaban en un egocentrismo sexualizado muy limitado. Es como si Kaufman le diese miedo conmover con ideales universales como el sacrificio por amor, la lealtad, y se atrincherase en un cinismo de "no os pongáis muy tontos que esto del amor es flor de un día". Cómo si eso no fuese un tópico de lo menos creativo. Una pena porque la película tiene giros geniales y una idea de fondo sobre la imposibilidad de olvidarse de una persona a la que quieres que podían haberse aprovechado mucho más.

Aprovechando la crítica he mirado la taquilla de las películas de Kaufman. En general es un director de películas "baratas" para tratarse de Hollywood (10-20 millones de dólares de media), que aún así suele perder dinero con sus películas. Olvídate de mí es con diferencia su película más rentable ya que costó 20 millones y obtuvo 72, además de lograr el Oscar al mejor guión original en 2005.

Calificación: 7/10

"Guía de Mad Men"; Un mapa muy completo

“¿Qué es la felicidad? La felicidad es el olor de un coche nuevo. Es estar libre de miedos. Es una valla en el lado de la carretera que chilla el consuelo de lo que sea que estés haciendo está bien”. Esta frase de Don Draper, protagonista de la serie, es un ejemplo del tono de Mad Men que tanta influencia ha tenido en el cine y la televisión desde su estreno el 19 de julio de 2007. Nunca ha tenido el éxito de Perdidos o Prison Break, pero sí la etiqueta de serie para “otro tipo de televidentes”. 

Como dice uno de los autores del libro Mad men es, junto con otras series de culto, un producto que marca un estilo: el de aquellos que no gustándoles la televisión han encontrado un pretexto para verla. La serie gusta por la misma razón por la que gustan los anuncios de Volkswagen, porque están hechos por gente que aunque no hace publicidad cree saber de publicidad”.


Esta guía es un estudio a fondo de las dos primeras temporadas de la serie (en total hay 4 de 13 capítulos cada una), escrito en mayor medida por Jesse Mclean crítico de cine y televisión en Pop Matters. Su trabajo consiste en recoger las biografías de los protagonistas, todos ellos actores desconocidos hasta Mad Men, y hacer un análisis pormenorizado de los veinteséis primeros capítulos de la serie.

McLean exprime el limón de cada capítulo haciendo referencias a la sociedad de la época, la frase o el diálogo que define la filosofía de Mad Men en ese episodio, los lugares de Manhatan que aparecen, un cóctel destacado y la campaña publicitaria que sirve de argumento central.

En cada una de estas radiografías se aprecia el enorme esfuerzo de documentación de la serie que cuida al milímetro cada detalle. Esto hace que Mad Men requiera esta revisión pausada ya que casi todo lo que ocurre en esta serie está sugerido por la forma de llevar la americana, el peinado que uno lleva, la forma de beberse el whisky en un momento de tensión dramática… En un primer visionado es difícil percibir todos esos detalles que requieren haber visto mucho cine clásico (no es casualidad que AMC, la cadena que compró la serie, sea un canal de cine en blanco y negro), conocer a fondo la publicidad, moda y formas sociales del Manhattan de los años 60.


Junto al estudio de McLean, el libro cuenta con una presentación y diversos apéndices de profesores universitarios que analizan a la serie en su conjunto. Todos ellos coinciden en señalar la serie como una serie referencial y un collage complejo que define con exactitud el hombre contemporáneo y occidental que teniéndolo todo es profundamente infeliz. Que la serie trate sobre una empresa de publicidad no es una casualidad. Los protagonistas de Mad Men son especialistas en vender un producto haciendo creer que es perfecto, aún sabiendo que no lo es. Tampoco es aleatorio el título del primer capítulo (El humo ciega tus ojos), que define una serie en la que todos fuman, beben y disimulan que todo va bien mientras su imagen empieza a ser cada vez más borrosa.

El libro es un acercamiento ameno y reflexivo de la serie que gustará tanto a los expertos en televisión y cine, como a aquellos que no lo son, pero que siguen la serie con la sensación de que no llegan a degustar la complejidad de este selecto licor.

Lo próximo de Ang Lee deslumbra

Una vez más un trailer utiliza una versión coral de la Scala & Kolacny. Es la última película de Ang Lee y trata de un soldado de 19 años que regresa de Irak adorado como si fuese un héroe. Entre el reparto destacan los actores primerizos y algunos que no estamos acostumbrados a verles en un drama;  Steve Martin, Kristen Stewart, Garrett Hedlund, Vin Diesel y Chris Tucker.

La película se estrena en mes de noviembre es España y Estados Unidos




"Cinderella man": La mejor versión de Ron Howard

Aparte de ser el padre de una actriz maravillosa como Bryce Dallas- Howard, Ron Howard tiene alguna grandes películas. Cinderella man es de mis favoritas. Por el trabajo de Renée Zellweger antes del bottox, pero sobre todo por la pareja Russell Crowe-Paul Gimmati que hace un trabajo extraordinario. También la música de Thomas Newman es de sus mejores aportaciones, al igual que el guión de Akiva Goldsman (ganador de un Oscar por el libreto de Una mente maravillosa).

Hay muchas películas de boxeo muy laureadas, pero casi siempre subrayan demasiados tópicos: el luchador perdedor, enloquecido de tanto golpe que genera muerte y destrucción a su alrededor. En Cinderella man es otra cosa. El que lucha es un buen hombre con una familia adorable que le quiere en la riqueza y en la pobreza. Además la película logra transmitir la pasión del boxeo en directo, en la radio y en el lugar del combate.

Una historia verdaderamente emocionante que a pesar de durar más de dos horas en ningún momento resulta excesiva. Una muestra más de que se puede hacer un cine de muchos quilates para un público muy amplio.

Calificación: 8/10  



"Blade Runner" y sus 1001 versiones

Pocos directores pueden presumir de haber realizado tres obras maestras en sus tres primeros intentos. Ridley Scott (Inglaterra, 1937) es uno de ellos. Los duelistas (1977), Alien (1979) y Blade Runner (1982) conforman un triunvirato tan brillante como peligroso. Con un comienzo así es difícil mantener el nivel, y en el caso de Ridley Scott, aunque en su carrera posterior ha obtenido elogios de crítica (especialmente con Thelma y Louise en 1991) y del público (con la oscarizada Gladiator en 2001), nunca ha vuelto a igualar la maestría de sus obras iniciales.

De estas tres películas iniciales, Blade Runner ha sido la más valorada y la que más ha influido en el cine actual. En el 25º aniversario del estreno Ridley Scott se presentaron 2 ediciones nuevas en DVD: una especial con 5 DVD que se lanzó en diciembre de 2007 con un número de copias muy limitado que se agotó inmediatamente, y otra de 2 discos que incluye el montaje final del director y el documental Dangerous Days sobre como se hizo la película.



En este montaje final de la película se ha mejorado la imagen incluyendo nuevos efectos especiales y una escena inédita: el sueño metafórico del unicornio que tiene el protagonista. También se ha suprimido la voz en off de la película y se ha cambiado levemente el final de la película. Al parecer la voz en off (vital en la parte final de la película), fue una imposición de los productores al entender que la película era demasiado abstracta y difícil de comprender.

En mi opinión el resultado definitivo no mejora la película y la hace mucho más compleja para el que no haya visto la versión anterior. La voz en off estaba muy bien escrita y ahondaba en el alma de la película permitiendo que el espectador no se quedase en su deslumbrante factura visual. En este sentido creo la edición de 5 DVD era más interesante ya que incluía la versión anterior, estrenada en 1982, que en mi opinión era mejor que la actual (un nuevo ejemplo de cómo las versiones del director frecuentemente estropean la obra original).


Aún así esta nueva edición permite ver un documental completísimo (más de 3 horas de duración) sobre el proceso de creación de la película. Tienen especial interés la amistosa disputa entre Hampton Fancher (guionista inicial) y su sustituto David Webb Peoples, comentada por Ridley Scott. Se entiende que no fue un proceso sencillo y que hubo muchas discrepancias, pero satisface que, con el paso de los años, se reconozcan los méritos de cada uno. Sorprende por ejemplo el que se reconozca a Rutger Hauer la autoría de la mítica frase “Todos estos recuerdos se perderán como lagrimas en la lluvia”, que al parecer el actor holandés improvisó directamente.



También merece la pena destacar el estudio pormenorizado que se hace del brillante diseño de producción de la película que ha influido tanto en el cine posterior, y el reportaje sobre el casting que reunió a actores prácticamente desconocidos como Rutger Hauer y Sean Young, y al ya reconocido Harrison Ford (que fue elegido por delante de Dustin Hoffman después de que Spielberg, que acababa de dirigirle en su primera Indiana Jones , aconsejase a Scott que le contratase)

Querido Ben Affleck:

Qué cabrones somos los periodistas. Eres un directorazo y ha pasado de ser un actor mediocre a uno muy solvente. Hace un año te separaste de Jennifer Garner, te acusaron de ludopatía y ahora te dicen a la cara que Batman contra Superman es una mierda. Y vale, lo es, pero ¿qué esperaban de Zack Snyder? ¿Una obra de arte? ¿Del director de El hombre de acero?.

El vídeo, hay que reconocerlo, no tiene desperdicio. Pero espero que remontes porque eres un grandísimo director, un tipo muy normal y con un talento inmenso. Y un error lo tiene cualquiera. El problema es que ese error te tiene acorralado para hacer 3 pelis más haciendo de un Batman que ya no es lo que era. Pero da igual Ben, no te hundas. Fórrate haciendo esas pelis (Batman contra Superman será mala pero lleva casi 700 millones de dólares en taquilla) y luego lo donas a una causa benéfica. Y a empezar de nuevo que tienes mucho por delante.

Un fuerte abrazo

Clint Eastwood: el clásico que llegó sin avisar

Morirá con las botas puestas como uno de sus gran referentes; John Houston. En 2016 ha vuelto a hacer una película grande de un anti-héroe: Sully, protagonizada por Tom Hanks. Y en 2017 volverá a trabajar con Leonardo Di Caprio.

Es músico, actor, productor y director. Ha sido nominado a 8 Oscar y ha ganado 4 de ellos. En el breve documental de TCM que os dejo definen las características de su estilo cinematográfico.



Hay una escena emblemática de Sin perdón. Es el inicio del western moderno y crepuscular. La planificación, interpretación, el viento y el diálogo son de cine masterclass, el séptimo arte en plena madurez.



La voz de Constantino Romero que le ha doblado durante muchos años en España ha forjado todo un personaje. En esta escena de Cazador blanco, corazón negro dirigida por Eastwood y escrita por Peter Viertel en 1990, cuenta la historia del rodaje de La Reina de África. Clint Eastwood interpreta a un John Houston aventurero, más interesado en cazar leones que en dirigir la película por la que Humphrey Bogart ganaría su único Oscar. La ironía y el magnetismo del actor-director es impagable.



Ha ganado dinero con casi todas las películas, especialmente con El francotirador (ganó 550 millones con un presupuesto de 58), Gran Torino (270/33) y Million Dollar Baby (216/30). Una de las pocas en las que perdió dinero fue con Banderas de nuestros padres, una película bastante fallida pero con un trailer maravilloso que retrata el concepto de heroísmo y patria en Clint Eastwood.



Poco después se atrevió a contar el asedio a Iwo Jima desde el punto de vista japonés. Curiosamente, esta vez la película fue mejor, más rentable y premiada.



De entre sus películas olvidadas me quedo con Un mundo perfecto, la historia de un forastero criminal que secuestra casi por accidente al hijo pequeño de una familia de testigos de Jehová. Kevin Costner está mejor que nunca en esta road movie de guión magnífico y climax soberbio.

Descubriendo a "Ariane"

Desconozco los motivos que han llevado a que Ariane haya sido durante décadas la película “perdida” de Billy Wilder junto con la anteriormente redescubierta El gran carnaval (1951). Al parecer la película no fue precisamente un éxito en taquilla y por algún motivo alguien decidió no darle más importancia y considerarla una película olvidable dentro de las imponentes filmografías de Wilder, Gary Cooper y Audrey Hepburn.

Hay que agradecer a Regia Films se decidiese a editar en DVD esta película que Donald Spoto calificaba en su última biografía sobre Audrey Hepburn como una comedia menor y trasnochada. Háganme caso, no lean la biografía de Spoto, que es muy mala, y vean Ariane, que es maravillosa, una comedia romántica deliciosa e inteligente. 


Wilder siempre dijo que hubiese preferido a Cary Grant para el papel de protagonista; un Casanova talludito que colecciona amantes en hoteles de lujo. Y no le faltaba razón; era su papel. Aún así Gary Cooper está estupendo, y el prodigioso guión de Wilder y I.A.L. Diamond (en su primera colaboración tras la ruptura del director vienés con Charles Brackett), hacen que uno añore los buenos tiempos de la comedia romántica. Escenas como la inicial en la que se encuadra la historia en el París más romántico (que Wilder ya había utilizado en Sabrina en 1954), o el desenlace final en la estación de tren hacen que uno comprenda por qué es tan esencial un buen guión que reúna personajes atractivos, diálogos originales y sugerentes, y giros creativos que hacen que la película se pase en un suspiro (es muy difícil recordar una comedia tan ágil que dure 130 minutos).

Casi 60 años después, Ariane es un clásico modernísimo, que encumbra aún más la figura de Billy Wilder como guionista y como director, y hace aún más encantadora la espontaneidad de Audrey Hepburn, la presencia de Gary Cooper y la elegancia de Maurice Chevalier.

"La invitación": Pánico inteligente

Esta película ganó en Sitges, que en general no suele ser un festival que siga demasiado pero ésta vez me parece que han acertado. La directora es la norteamericana Karyn Kusama, que hasta ahora no tenía una filmografía demasiado prometedora. El título más conocido es Jennifer´s Body, la segunda película escrita por Diablo Cody (Juno) y protagonizada por Megan Fox.

La invitación es terror psicológico de bastante calidad. Las interpretaciones, la inquietante música y el guión logran meternos en la cabeza de un grupo de amigos en constante estado de alerta. La cuerda se tensa con acierto y la resolución, fundamental en este tipo de películas, me parece bastante inteligente. Se agradece una película de terror sin los grandes tópicos que padece este género actualmente.

Calificación: 8/10

"Hairspray": Gordavisión siempre triunfa

Tracy Turnblad (Nikki Blonsky), adolescente gordísima de madre gordísima (un transformado John Travolta) y padre sosísimo (Christopher Walken), tiene un sueño: bailar en “El Show de Corny Collins,” el programa de baile televisado de máxima audiencia de su adorada Baltimore. El problema es que la directora de este show, la malvada Velma (Michelle Pfeiffer), exige que los participantes sean delgados, guapos y blancos que bailen con remilgada decencia. Pero Tracy no se da por vencida y hace todo lo posible por abrir el concurso a los “nuevos tiempos”.



Watters es posiblemente el director que más éxito cosechó en los años 70 y 80 con comedias inmundas, groseras e irreverentes con toques de originalidad creativa que procuraban golpear las rutinas de un cine “setentero” demasiado anquilosado. Dentro de sus obras destacó la escandalosa Pink Flamingos (1972) y el musical Hairspray (1988), que le hizo convertirse en director de culto para los amantes del cine transgresor (entre otros Pedro Almodóvar).

Con estos precedentes Adam Shankman (director de comedias tan sositas como Doce fuera de casa, 2005, y Se armó la gorda, 2003, y de alguna que otra película interesante como Un paseo para recordar, 2002) realiza un buen “lifting” a la película de Watters manteniendo los elementos divertidos y maquillando los elementos más subversivos de la obra original. Eso sí, dejando que el propio Watters aparezca brevemente (como no, haciendo de exhibicionista en el comienzo de la película).


El resultado es una película de ritmo envidiable, que divierte y entretiene con un elenco de actores en el que sobresale la primeriza Nikki Blonsky. Con apenas 17 años, esta joven actriz borda su papel de simpática rechoncha idealista que baila con un desenfado que divierte y llena una pantalla en la que también se lucen los secundarios (todo el repertorio de jóvenes participantes junto con la casi siempre eficaz Queen Latifah y la surrealista pareja que componen Travolta y Walken).

Aparte, la película tiene unas coreografías brillantes que acompañan muy bien la historia con buenas canciones y un colorista diseño de producción que combina a la perfección con el variado vestuario de Rita Ryack.

Por si fuera poco la película tiene un arranque y un aterrizaje magistrales: un divertido inicio con Good Morning Baltimore y un final de ritmo frenético con You can´t stop the beat!




Ahora toca ver si la crítica perdonará a Shankman el pecado de hacer un “remake” desechando casi todo lo degradante, “ochentero” y panfletario (a excepción de la crítica a la religión católica) de la versión de Watters. Mi voto está claro: Este Hairspray es un grandísimo musical, mejor que el de Watters y, sobre todo, muchísimo más entretenido sin necesidad de que ningún personaje vomite ni escupa al espectador.

Calificación: 7,5/10

Pablo Cervantes: "Nuestro" John Williams

Este compositor sevillano me ha vuelto a deslumbrar con la música que ha compuesto para dos grandes TV movies que he podido ver en el Festival de Málaga: La Xirgu  y Ebro, de la cuna a la batalla. Hay pocos compositores tan generosos como él, capaz de hacer una música tan variada que prácticamente cubre todo el metraje de cada una de esas películas.

En Fila Siete ya le entrevistó Cristina Abad, pero he descubierto este reportaje que le define bastante bien. Todavía no tiene un Goya aunque ha sido nominado tres veces por Ninette, Hotel Danubio y Los niños salvajes. Tiene 38 años y aún le queda mucho por hacer y por ganar. Le veo recibiendo un Oscar en un tiempo no muy lejano. Para mí desde luego es uno de los más creativos y personales del panorama actual.

"Ebro, de la cuna a la batalla": Cine a la altura de la Historia

En el pasado Festival de Málaga tengo que reconocerlo, no vi muy buen cine. Pero hay 3 películas que hacen que merezca la pena ir ese Certamen. De la Sección Oficial sólo me quedo con la extraordinaria La piel próxima de Isaki Lacuesta. Y del resto de secciones lo mejor fueron dos TV movies.

Si el año pasado la película más interesante que vi fue Santuario, (una gran producción sobre ETA para la pequeña pantalla), en este festival hay dos películas históricas que me han entusiasmado: La Xirgu (que ya hablé de ella hace una semana) y Ebro, de la cuna a la batalla.



No sería bueno que nos acostumbrásemos a que el cine español histórico tenga recorrido dramático, perfiles con tonos grises, discursos abiertos en los que el espectador se mueva con comodidad. No hace mucho tiempo las películas sobre la guerra civil eran monótonas en su cerrada defensa de un bando republicano plural, pacífico y democrático, y en su ensañamiento hacia los nacionales, esos fascistas, golpistas, curas y monjas flageladores que se unían a nazis despiadados para arrasar todo ese vergel de libertad y progreso que era España en 1936. Libertarias, Tierra y libertad, La voz dormida, Las 13 rosas, El laberinto del fauno.... La lista sería interminable.

Ebro, de la cuna a la batalla es una película con una banda sonora magistral y generosa en su variedad y metraje que te lleva a lo largo de toda la historia. Pablo Cervantes es el compositor de todo un concierto en el que logra modular perfectamente la emoción de la película, al igual que hizo en La Xirguen casi toda la última filmografía de Garci (You´re the one, Tíovivo c. 1950) o en otros films valiosos como Los niños salvajes de Patricia Ferreira o Cuanto todo esté en orden de César Martínez Herrada.

Las escenas de batalla tienen un presupuesto reducido pero están resueltas con mucha creatividad, la fotografía aprovecha todos los variados paisajes de la ladera del río, y el vestuario y las localizaciones logran que sea fácil trasladarse a ese momento histórico tan concreto.



Si todos estos aspectos técnicos son importantes, la interpretación y el guión de Ebro son los hacen que esta película sea sobresaliente. Àlex Monner, a sus 21 años, ya es un actor consagrado (Héroes, Pulseras rojas, Los niños salvajes) y su papel de comunista convencido que quiere ante todo matar fascistas era un terreno pantanoso sobre el que camina con una naturalidad tremenda. Lo mismo le sucede al más protagonista de todo este reparto coral, Orio Pla (Animals, Truman) que diseña un personaje muy interesante en su evolución en el ejercito republicano. Alfonso Sánchez (El mundo es nuestro, 8 apellidos vascos) aquí deja la comedia y demuestra que también es un actor brillante haciendo drama. Enriq Aquer es un soldado por accidente, tan enclenque como entrañable, un personaje con el que al espectador le resulta muy sencillo empatizar.

También está en el reparto Emilio Palacios, otro joven intérprete que ya tiene una dilatada carrera como actor de cine y televisión (B&b, de boca en boca, El Príncipe, Rumbos, Los héroes del mal). Su personaje de católico que no quiere dejar de rezar y llevar su escapulario a pesar de haber sido alistado en el ejercito republicano es una pieza fundamental del puzzle.



El personaje de enfermera casi adolescente en el bando republicano que interpreta Kimberley Tell (Buscando el norte, Algo que celebrar) también ejerce una función de contratuerca muy necesario. Más allá de bandos, ella procura salvar vidas de seres humanos, lleven el uniforme que lleven. Todo esto hace que la película no hable de buenos y malos, sino de comportamientos humanos en medio de una batalla tan cruel como la del Ebro en que muchos murieron porque era muy jóvenes, no sabían nadar y apenas como disparar al enemigo. Incluso los personajes de Manuel Azaña (soberbio como siempre Manuel Morón) y Juan Negrín son retratados con mesura, sin caricaturizar en ningún momento sus posiciones.

Gracias al acierto en el guión tan preciso, emotivo y equilibrado de Eduard Sola y a la planificación visual de Román Parrado, la película expresa la grandeza de la batalla, la épica de soldados que no habían hecho el servicio militar, la propaganda a veces ridícula, el idealismo. Un retablo poliédrico en el que se ve los grados de ternura y crueldad que puede alcanzar el ser humano en medio de una batalla.

Ebro, al igual que otras películas españolas como Gernika, Lope, También lluvia  o Encontrarás dragones y series como Isabel o Carlos, Rey Emperador demuestran que la industria del cine en nuestro país está mucho menos politizada que lo que nos muestran los Goya cada año. Y que el cine español cada vez está más a la altura de una historia de muchos siglos verdaderamente fascinante en su complejidad.

Ecos muy positivos

Espías desde el cielo es la película de portada en el número de Fila Siete de este mes, y lo tiene todo para ser un título importante. Ya sólo con Helen Mirren bastaría, pero además es la última oportunidad de ver al recientemente fallecido Alan Rickman. También aparece Aaron Paul, el inolvidable Jesse Pinkman de Breaking Bad.

El director es Gavin Hood que tiene de todo (El juego de Ender, Expediente Anwar, Tsotsi). Algo parecido le sucede al guionista de la película, el británico Guy Hibbert (Omagh, Cinco minutos de Gloria).

La película se estrena en España el próximo 13 de mayo.

"Julieta": Almodóvar reduce el celofan

A Pedro Almodóvar nadie le podrá negar su estética pop de innegable creatividad. Sólo los créditos y carteles de sus películas son para hacer un estudio generacional de Bellas Artes (carrera que cursó el director manchego).



Después de tres estrepitosos fracasos consecutivos en La mala educación, Los abrazo rotos, La piel que habito y Los amantes pasajeros, Almodóvar vuelve a demostrar su talento. En Julieta lo que más me gusta es que esa estética vistosa está al servicio de unos personajes pasionales pero más humanos y cercanos que en la mayoría de la filmografía almodovariana. La historia es un melodramón contenido, en el que no hay ni lagrimas ni diálogos divertidos y eficaces que hagan imposible la credibilidad de lo que se cuenta. Y eso es algo que sólo hemos podido ver en sus películas en contadas ocasiones: el magnífico final de Tacones lejanos y algunas escenas de Todo sobre mi madre, Volver o Hable con ella.





El reparto está maravilloso porque los personajes al tener más recorrido y desarrollo dramático tienen más posibilidades de modular sus emociones. Sólo hay que ver el personaje de Rossy de Palma; en otras ocasiones hubiese sido un títere más gracioso pero menos humano, cruel y desesperado.

Todavía queda por ver si Almodóvar es capaz de escribir un personaje masculino y no afeminado que no sea un mero animal de compañía, y si logra de una vez liberarse de esos clichés que empobrecen su cine: la "obsexualización" de cualquier trama dramática por pequeña que sea, el retrato tan maniqueo y simple de las creencias religiosas, y la acumulación de casualidades como motor dramático fundamental.

Con todo, Julieta me parece una de sus mejores películas. Una obra de autor y un guion equilibrado con una historia en la que en muchos tramos resulta imposible no conectar. Por último, la canción final de Chavela Vargas (verdadera musa de sus películas) es todo un acierto para cerrar la película en un clímax perfecto.

Calificación: 7´5/10




"El libro de la selva", una impagable versión 2016

Hay veces que un clásico lo estropean con el 3D, la pantalla verde y la madre que los parió. Y otras veces que, como en esta nueva versión de El libro de la selva de Rudyard Kipling, se respeta el original y se gana en espectacularidad. Primero hay un buen guión; tierno, simpático y entretenidísimo. Y luego hay unos personajes animados de una expresividad muy lograda, con localizaciones inmejorables y una banda sonora de primera clase del gran John Debney (La Pasión de Cristo).

El presupuesto ha sido muy generoso y se nota (costó 175 millones y lleva ingresados casi 700 en todo el mundo). El libro de la selva es de esas películas que aprovecha cada milímetro de pantalla grande para que puedan disfrutar los espectadores de todo el mundo y todas las edades.

El director es Jon Favreau (Chef, Cowboys contra Aliens, Iron Man, Elf ) que firma su mejor película, al igual que el primerizo guionista Justin Marks. Otro gran acierto en formato auto homenaje de Disney.

Calificación: 8/10

"Regreso al futuro": la revolución de un género

El 6 de noviembre de 2010 se puso a la venta la máquina del tiempo más famosa de la historia: el Delorean de alocado Doc (la primera puja fue de 80.000 dólares). Es una de las iniciativas de Universal para recuperar una de las joyas de la ciencia ficción de la década de los 80.



Probablemente nunca se ha reconstruido tanto un género en tan poco tiempo. Con el referente claro de los 60 de Stanley Kubrick, el grupo formado por George Lucas, Steven Spielberg, Joe Dante, Robert Zemeckis o Ridley Scott, James Cameron ó Stephen Lisberger dieron un vuelco al uso artístico de los efectos especiales en el cine. Se puede decir que la mejor ciencia ficción se rodó entre 1977 (año en el que se estrenaron dos obras maestras: La guerra de las galaxias y Encuentros en la 3ª fase) y 1985 (curso en el que Regreso al futuro fue todo un taquillazo). 

Junto con la mejoras técnicas, el género empezó a adquirir un lenguaje moderno sin renegar del todo de la ciencia ficción de las películas de los años 50 y 60 de Robert Wise, George Pal o Jack Arnold (Ultimatum a la Tierra, El tiempo en sus manos, El increíble hombre menguante). 



Películas como Tron, Terminator, E.T ó Alien, revolucionaron un género maltrecho en los 70 echando mucha imaginación y utilizando una tecnología por ordenador pionera pero que hoy resultaría insultantemente arcaica. Aún así, con maquetas y Spectrum su trabajo está a años luz del trabajo realizado por ellos mismos (veáse el caso de Lucas ó Spielberg) o por la mayoría de directores contemporáneos actuales (Michael Bay, Steven Soderbergh) que han degenerado sagas imponentes como Terminator, Alien ó Star Wars. Con la excepción de algunas aportaciones de los Wachowski en el inicio de la saga Matrix y algunos apuntes sobresalientes de Spielberg (Inteligencia Artificial, Minority Report), James Cameron (Avatar) ó Alex Proxas (Yo, robot).

Con motivo del 25º aniversario del origen de la saga se lanzó un completo pack de tres dvd con más de dos horas de contenidos extra. Ahí se explica como Spielberg dio el empuje necesario para comenzar el rodaje de un guión escrito por su amigo Robert Zemeckis y el futuro escritor de comics Bob Gale en los inicios de la década de los 80. El guión gustaba pero Zemeckis no daba suficientes garantías para maniobrar con un presupuesto tan poderoso (su primera película Frenos rotos, coches locos había sido un fracaso en taquilla) y Spielberg estaba en un etapa complicada de su vida, saturado de trabajo y superando su reciente divorcio. 

El empuje fundamental fue cuando Zemeckis arrasó en taquilla en 1984 con el dueto Douglas-Turner en la película de aventuras Tras el corazón verde. Una vez que se confió en Zemeckis faltaba el actor y el favorito era Michael J. Fox que estaba triunfando en televisión. Finalmente el actor cedió y trabajo durante 18 horas diarias durante meses para combinar esos dos trabajos.


Como explican Zemeckis, Gale y el compositor Alan Silvestri la clave del éxito de Regreso al futuro fue aportar cosas nuevas a los ochenta. Tratándose de una película sobre adolescentes lo convencional hubiese sido acudir a los tópicos del cine que acababa de descubrir que los niños no vienen de París. Pero Zemeckis no imitó el tono de Porkys ó Desmadre a la americana (ya lo haría Judd Apatow 20 años después con Supersalidos o Lío embarazoso, al parecer comedias de lo más sublimes y renovadoras hace unos años y que ahora nadie que se atrevería a defenderlas con tanto entusiasmo). 

Por el contrario, Zemeckis traslado la acción a los 60, a la inocencia de entonces danto un toque de amplitud emocional muy bien conseguida por la vibrante orquesta dirigida por Alan Silvestri.

La trilogía va claramente de más a menos, pero el humor y el entretenimiento que ofrecen estas películas siguen funcionando como un reloj en las nuevas generaciones, bastantes aburridas de los últimos engendros de ciencia ficción que han tenido que consumir (Transformers, Ultimatum a la Tierra, etc).


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