Fin del año y vuelta al mundo

El fin del año es para mirar un poco más lejos. Así que me he puesto a viajar por el mundo para ver que es lo que más se ha visto en los cines de Japón, Italia o Méjico D. F. en este 2013. Una primera conclusión es que la comedia sigue siendo el genero que reina en la taquilla junto con el cine de animación.

España: "The Croods" se lo comen todo

LA PELÍCULA DE ANIMACIÓN DEL AÑO ha sido la más taquillera con más de 18 millones de euros (muy cerquita de Gru 2 y, curiosamente, Guerra Mundial Z). El año pasado Lo imposible fue la nº1 con más de 52 millones. Este año no vemos una película española hasta el puesto nº 15 (Mamá: 10,2 millones) y el 27º (Zipi y Zape: 6,8 millones).



India sigue bailando

La comedia romántica Yeh Jawaani Hai Deewani ha sido la película autóctona más vista en la India con unos ingresos de 300 millones de rupias (poco menos de 5 millones de dólares). Color, luz y todos a la calle.



China: entre carcajadas y golpes

A los chinos les ha gustado Iron Man (2º película más taquillera con 120 millones de dólares), Pacific Rim (4º: 111 millones) y Gravity (9º: 70 millones). Pero a los chinos les gustan las películas chinas (6 de las 10 más taquilleras) y la nº1 ha sido Journey to the West: Conquering the demons. El trailer no tiene desperdicio.



En Argentina son fieles a Pixar y a sí mismos

Monstruos University no le ha convencido a casi nadie. Pero a los argentinos sí. Es la nº 1 del año con más de 23 millones de dólares. También ha gustado Futbolín de Juan José Campanella (3º: 14 millones). Y como sorpresa nacional está Corazón de léon, que tiene una pinta bárbara. Es la 6º película más taquillera del año con algo más de 10 millones de dólares.



Francia invadida por Estados Unidos

Tienen fama de ver mucho cine nacional y exportarlo aún mejor. Pero después del tsunamí Intocable, no han vuelto a lograr nada parecido. De las 20 películas más taquilleras sólo 3 son francesas. El nº1 se lo lleva Gru 2 con más de 40 millones de dólares en taquilla y la película francesa más visto es, cómo no, sobre educación. Pero no estamos hablando precisamente de la segunda parte de La clase... Le profs es la 6º película más taquillera del año (32 millones). Y tiene una pinta horrible.



Méjico deja de llorar

El cine mejicano deja a un lado ese cine que tanto le gusta hacer (político, histórico, festivalero, deprimente y esencialmente aburrido) y se atreve con una comedia que ha logrado ser la 3º película más vista del año detrás de Iron Man 3 y Gru 2. No se aceptan devoluciones cuenta una historia muy trillada pero que sigue funcionando (más de 46 millones de dólares en taquilla).




Alemania impulsa el taquillazo de Tarantino 

Alemania tiene mucho que ver con que Django desencadenado haya sido la película más taquillera de Quentin Tarantino con 425 millones de dólares en todo el mundo (casi el doble de lo ingresado por anteriores éxitos como Pulp Fiction o Kill Bill). Sólo en Alemania ha logrado más de 51 millones de dólares siendo la película más vista del año.

Del cine nacional lo más visto has sido Fack ju Göhte (la 2º más taquillera con 42 milones). Os pondría el trailer, pero no... Humor zafio, eructos, Torrente en versión alemana. Agota. La siguiente mejor situada en el ranking patrio es la segunda parte de Kokowääh (Padre a la fuerza) que vuelve a dirigir, escribir y protagonizar uno de los actores alemanes de mayor reconocimiento internacional: Til Schweiger. Es la 7ª película más vista en Alemania con 26 millones de dólares.



Japón despide a Miyazaki como se merece

Es la retirada del año. A sus 72 años, Hayao Miyazaki anunció que no volvería a dirigir. Y lo ha hecho con una película crepuscular, bellísima, lírica y sencilla. Ha sido con diferencia la película más vista en Japón con casi 120 millones de dólares ingresados. Otra obra maestra, De tal padre, tal hijo de Hirokazu Koreeda es la 8ª más taquillera del año (31 millones).



Italia, la tierra de Benigni y Moretti, sigue divirtiéndose

Dos comedias son la primera y la cuarta en el ranking anual italiano: Sole a catinalle (62 millones) e Il principe abusivo (19 millones). La vertiente macarra y hortera por una lado, y el perfil elegante por otro.





"La vida secreta de Walter Mitty": la insulsa mirada de Ben Stiller

Tenía buenas referencias, un atractivo trailer, una historia sobre realidad y ficción que parecía ingeniosa (al estilo de Big Fish, Más extraño que la ficción, La rosa púrpura del Cairo, Siete psicópatas). Pero hacía tiempo que no me aburría tanto en una sala de cine. Creo que desde Pozos de ambición. Ésta creo que es más corta. Creo.

Walter montando en patinete con piedras en las manos, Sean Penn jugando al fútbol en el Himalaya, Shirley MacLaine haciendo sopas... Las escenas anodinas y los diálogos huecos, sin chispa ni personalidad, son interminables. Pero hay gente que le ha gustado. La vida te sorprende. Ben Stiller no.

"El vuelo" de Zemeckis

Hace unos días hice la lista de las 13 mejores películas de 2013, en la que no incluí en el último momento El vuelo de Robert Zemeckis. Ayer volví a verla, y aún siendo consciente de algunos errores evidentes que ya apunté en su día, me sigue pareciendo una gran película.

Gran historia, magnífico guión, reparto soberbio (Denzel obtuvo una nominación al Óscar y su enfrentamiento final con Melissa Leo es espectacular), un accidente trepidante y un final redondo. El trailer es horrible, os dejo mejor con la banda sonora de la película del gran Alan Silvestri.

El cuasi-regreso de Sherlock

A cinco días del estreno de la tercera temporada de Sherlock, la BBC ha lanzado en abierto un mini-episodio web de 7 minutos para calentar motores. En su línea. Sensacional.

Sin responder a la pregunta fundamental del final de la segunda temporada, Mark Gattis y Steven Moffat nos vuelven a sorprender, esta vez con una vuelta al mundo muy original.

5 canciones y un olvido llamativo

De las 5 nominadas a los Globos de Oro de este año hay muchos cantantes y grupos reconocidos. Hagamos un repaso breve de cada una de estas canciones.



1º) Let it Go de Kristen Anderson-Lopez y Roberto Lopez (Frozen)

Disney no suele fallar a la cita. Esta versión de Demi Lovato me convence más que la original de la película, pero os dejo el vídeo por que la escena merece la pena.


2º) Ordinary Love de U2 (Mandela: Del mito al hombre).

Bono fue uno de los grandes promotores de Nelson Mandela, así que no resulta extraño que haya compuesto e interpretado la canción principal. Es la 8º vez que le nominan a los Globos de Oro, premio que ganó en 2003 con la canción The Hands That Built America de la película Gangs of New York.



3º) Atlas de Coldplay (Los juegos del hambre: En llamas).

No hacen falta presentaciones, pero la canción no es de las mejores del popular grupo británico. Nada que ver con Fix You, una de las canciones más utilizadas en series de TV en los últimos años.



4º) Please, Mr. Kennedy de T-Bone Burnett y Justin Timberlake (A propósito de Llewyn Davis).

T-Bone Burnet ganó un Oscar por la canción The Weary Kind de la película Crazy heart.



5º) Sweeter than Fiction de Jack Antonoff y Taylor Swift (One chance).

Los juegos del hambre, El día de San Valentín, Todos los días de mi vida... Taylor Swift es una vieja conocida en esta trinchera.



¿Con cuál os quedáis? Personalmente no me convencen del todo ninguna pero mi favorita de las seleccionadas es la primera, Let it go de la película Frozen. 

Aunque creo que mucho mejor que estas cinco es Young and beautiful de la película El Gran Gatsby, que es una de las 75 canciones preseleccionadas a los Óscar.


"12 años de esclavitud" con el salvaje McQueen

Es la gran favorita y una de las películas esenciales de la cartelera navideña. Pero la película de McQueen tiene poco de festiva. Es cruel, tremenda, despiadada... Y genial. Al igual que Shame, 12 años de esclavitud te mete en una piel incómoda que te deja una sensación muy dolorosa.



Si Tarantino hizo una versión muy personal de la esclavitud en Django desencadenado en la que era difícil no apartar la mirada de la pantalla, en la película de McQueen hay planos realmente insoportables de latigazos, golpes, denigraciones... La experiencia es catártica y definitiva, pero hay que ir preparado.

Hasta Hans Zimmer, un compositor acostumbrado a tocar fibras sensibles, está desconocido en esta película con una música muy personal, apenas emotiva y casi siempre en un segundo plano.



El trabajo de todos los actores es formidable; no hay uno que desentone. Sorprende la capacidad de McQueen para atraer actores de primera línea con personajes de muy pocas frases pero mucha intensidad (Benedict Cumberbatch y sobre todo Brad Pitt, también productor de la peli).

12 años de esclavitud será a partir de ahora la película de la esclavitud, dejando lejos intentos muy meritorios como Espartaco, Amazing Grace, El color púrpura, Amistad, Grita libertad o Tiempos de gloria.

Calificación: 8´5

"Ahora me ves": entretenido truco de Louis Leterrier

Louis Leterrier es uno de los directores formados en la escuela de Luc Besson. Sabe entretener y hacer que sus películas tengan grandes momentos. Su primera película, Danny the dog, era un ejemplo de cine de acción frenético con un esqueleto suficiente de personajes e historia.



Luego llegaron películas más limitadas como Transporter 2, Furia de Titanes o El increíble Hulk. Y hace unos meses estreno una de las películas más vistas en verano. Ahora me ves costó 75 e ingresó 351. Recientemente ha llegado al dvd.

Ahora me ves sigue la línea de películas de magos profesionales: El truco final, El ilusionista. Esta vez cuenta con un reparto de primera y una idea muy original: magos que atracan bancos para devolverle el dinero a los pobres.



La película tiene muy buenos chispazos y una buena velocidad de crucero. Como buena película de magos, el argumento tiene trampa y cartón. Pero se disfraza decentemente, algo que no sucede con bastantes chistes baratos que me recuerdan a los comentarios picantes de las últimas y pésimas películas que Michael Bay. Con un poco más de talento en costuras argumentales, diálogos y personajes quedaría una película espléndida.

Ahora me ves tendrá una secuela que dirigirá el propio Leterrier.


Marisol y Rocío: ya llegó la Navidad

Queda una semana exacta para Navidad y hay que cumplir con una tradición personal: recordar el Caminito de Belén de Rocío Dúrcal. Es de la película Tengo 17 años (min. 7 a 13 de este fragmento, son dos villancicos).





No sé si aparte de Andres Arconada y yo mismo habrá más críticos de cine entusiasmados con el talento de Rocío y Marisol, pero si no es así, ellos se lo pierden. Os dejo también con un dueto único Raphael-Rocio en el que se ve lo grande que es ella y lo... que es él. ¡Ah! Y un villancico de Marisol en Búscame a esa chica (una de sus mejores películas).

Un recuerdo de Peter O´Toole

Por más que Spielberg se entusiasme con cada minuto de Lawrence de Arabia, mi mejor recuerdo del recientemente fallecido Peter O´Toole no proviene de esa monumental película, sino de la comedia ¿Cómo robar un millón y...? (1966). El director es William Wyler y la actriz Audrey Hepburn. Completan el reparto dos secundarios de lujo Charles Boyer y Eli Wallach. Y por si fuera poco la banda sonora es del mítico John Williams (entonces al principio de su carrera).



La película es de estos clásicos divertidos, encantadores y olvidados. Una historia ingeniosa interpretada con mucho talento por dos grandes que lograban una química diferente y una estética sesentera que apenas ha envejecido.

¿Cómo robar un millón y...? está en la línea de las mejores películas de ladrones de guante blanco y cine de tensión de chaqueta y corbata: Atrapa a un ladrón, Charada, Con la muerte en los talones, o la más actual Un plan brillante.

Chuck Lorre y su última criatura

Nacido en Long Island en 1954, Chuck Lorre es uno de los grandes nombres de la televisión norteamericana. Probablemente el mejor de los escritores y productores cómicos: Roseanne, Dos hombres y medio, Grace al rojo vivo, The Big Bang Theory...

Su última sitcom es Mom: una serie basada en tres generaciones de madres solteras a los 16 años. La gran matriarca es Allison Janney, que lleva años interpretando el mismo papel de madura en celo (Amor y letras, El camino de vuelta) aparte de protagonizar algunos capítulos de Master of Sex.

Mom está en la línea de Chuck Lorre: diálogos mordaces, personajes desquiciados (en este caso promiscuos), escenas cortas, actores carismáticos y gags muy divertidos aunque monotemáticos, muy en sintonía con Dos hombres y medio. El problema es que junto a escenas muy originales (no se pierdan el arranque del episodio piloto de la serie) hay demasiadas inercias.



Todo el humor se basa en el desmadre vital de estas mujeres, decorado y perfumado de un optimismo existencial que suena gracioso pero irreal, tan exagerado como los constantes chistes. El colegueo con las drogas, el sexo compulsivo, la inmadurez afectiva es un material del que uno se puede reír mucho si hay alguien como Chuck Lorre que sabe escribir diálogos. Pero es una risa que se acaba congelando en una serie que resulta tan epidérmica que los personajes son simples muñecos que uno lanza de aquí para allá, retorciendo su credibilidad y forzando sus comportamientos extremos.

Viendo lo que le pasa a Mom me acuerdo de lo que decía Pedro Antonio Urbina hablando de Mejor imposible, una comedia de James L. Brooks que tiene algunas similitudes con las series de Chuck Lorre.  "El guión está tan bien hecho, los actores son tan simpáticos, todo es tan bonito... que parece que no importa y que yo estoy siendo un aguafiestas. Pero es que una comedia así... no es una fiesta. No".

Más que turrón... ¡Palomitas!

Va quedando cada vez más poco y como hay que ir preparando con tiempo las cosas aquí van cinco consejos para ir al cine en Navidad. No nos podemos quejar este año, hay un poco de todo: almendrados, caviar y hasta palomitas (de las buenas).

1º) 12 años de esclavitud: La gran favorita de los Oscar, a cierta distancia de la película de los Coen. Un reparto extraordinario con un director que ya dio muestras de su talento en Shame.



2º) El hobbit: La Desolación de Smaug: La película en la que Peter Jackson consiguió convencer a Alberto Fijo después de cuatro intentos fallidos.



3º) A propósito de Llewyn Davis: La crítica de Laura Montero en el próximo nº Fila Siete y los ecos de la película son excepcionales. Y los Coen llevan tiempo sin ser excepcionales.



4º) El último superviviente: El director es Peter Berg (Hancock, La sombra del reino... Vale también Battleship, un error lo tiene cualquiera y a quién no le pierde jugar a los barquitos), y el protagonista es Mark Whalberg. Dos tipos muy listos. Una peli de acción con algo más que tiros.




5º) Emperador: Una película histórica, emotiva y muy inteligente de un director muy astuto (Peter Webber: La joven de la perla, Hannibal, el origen del mal) con Tommy Lee Jones de secundario de lujo haciendo de MacArthur. El trailer no hace justicia a esta gran película

"El E.T.E. y el Oto": un antes y un después

Uno piensa que lo ha visto todo. Y no. No es así. Desde Ford a Ed Wood, de La diligencia a Alien contra Predator, los matices cinematográficos que van desde lo genial a lo ridículo son incontables. Pero siempre hay un momento en que uno se da cuenta que acaba de pisar una nueva galaxia. Hace pocos días un amigo me hablaba de los Hermanos Calatrava y sus aportaciones cinematográficas. Entre ellas destacaba una versión de la obra maestra y referencial del Spielberg titulada El E.T.E. y el Oto. 

Después de ver unos segundos de la peli me he lanzado a imdb y ahí estaba. Con una nota de 2,7, la más baja que recuerdo. La película se rodó en 1983 y la dirigía un director que tiene una filmografía en la que, junto con los títulos irreproducibles en un blog para todos los públicos como éste, destaca otra cinta que promete: Los kalatrava contra el imperio del kárate.



La cabecita loca de Spike Jonze

Ya lo dije en su día. Me ilusionó el trailer de Donde viven los monstruos, y me fascinó esa rareza entrañable sobre el imaginario infantil. Muy pocos directores se pueden permitir gastar 100 millones de dólares en un proyecto así (aunque la película acabó cubriendo gastos).


Como todo ser que agota su especie, Spike Jonze es adorable o insoportable. Como Tim Burton o Tarantino (habitualmente geniales), como Jarmusch o Wes Anderson (generalmente plomizos).

El director de Cómo ser John Malkovich y El ladrón de orquídeas ha tardado 5 años en volver a dirigir, aunque en este tiempo ha realizado numerosos cortometrajes y un mediometraje tan creativo como I´m here.

Sú última película se titula Her y tiene un reparto formidable: Joaquin Phoenix, Rooney Mara y Amy Adams. Aunque también aparece la voz de Scarlett Johannson; una voz digital de la que se enamora el protagonista. Este original argumento ahonda en la soledad en un mundo hipertecnológico.

El estreno de esta película en los Festivales de Nueva York o Roma ha sido acompañado de críticas muy positivas hacia el ingenioso guión y la entrañable interpretación de Joaquin Phoenix. La película se estrenará en Estados Unidos el próximo 10 de enero.

La diabetes de Rob Reiner

¿Qué pasó con Rob Reiner? El director de La princesa prometida, Cuenta conmigo, Misery, Algunos hombres buenos o Un muchacho llamado Norte tiene sólo 56 años y ya es un cineasta olvidado. Pero sigue haciendo cine, el problema es que sus últimas películas están muy lejos del nivel de las primeras.

Con excepción de Ahora o nunca (The Bucked List), su filmografía ha entrado en un estado de coma diabético provocado por el abuso de sentimentalismo nostálgico. Un ejemplo claro es el final de la película Flipped (traducida en España como Jóvenes enamorados) o el trailer de su última aportación "cinematográfica" titulada El verano de sus vidas.






Una lástima porque era uno de los artesanos de Hollywood más polivalentes e imaginativos. Aún así, este director que puede presumir de un puñado de películas inolvidables. Entre ellas, quizás la mejor adaptación de Stephen King (Misery), una de las mejores películas de adolescentes (Cuenta conmigo), juicios (Algunos hombres buenos) y cuentos (La princesa prometida).







"The Fall": TRUCOlencia irlandesa

Algo está pasando en demasiadas series policíacas. Hasta ahora el cine negro estaba siendo adaptado a la pequeña pantalla con bastante éxito en las dos primeras temporadas de Luther, en algunos tramos de Dexter o The Killing. Pero hemos pasado a una nueva época en la que la sugerencia ha dado paso a lo enfermizo en primer plano, a la truculencia sin resonancia, a individuos que han sustituido conflictos existenciales por perversiones sexuales.

En esta línea se enmarca The Fall, la serie coproducida por la BBC de Irlanda del Norte y Artists Estudio. En una temporada corta, de cinco capítulos, un asesino en serie de mujeres será perseguido por una de las creaciones más voluntariamente gélidas y desalmadas que hemos podido ver en la televisión de los últimos años: la detective Stella Gibson (interpretada con brillantez por Gillian Anderson).



La serie tiene clímax asfixiante y tensión permanente . Sin fuegos artificiales ni aceleraciones innecesarias la compleja trama de corrupción y perversidad va desvelándose con notable interés. El problema es que casi todo el dramatismo se fundamenta en una antropología muy elemental de pulsiones sexuales irracionales, finalmente muy previsibles y empobrecedoras.

No es la única serie policíaca que cae en este error. Los tres primeros capítulos de la 3ª (y decepcionante) temporada de Luther o la 1ª temporada de Ray Donovan cogen ese carril. No hay matices, ni luces que contrasten, todo es metal y cristal, ausencia de humanidad y exceso de podredumbre.

El problema no está en el argumento sino en el tratamiento. La colección de miserias humanas y corrupción que desfilan en Justified, Mad men o Breaking Bad es incontable, pero no hay TRUCOlencia, sino violencia verdadera y matizada, retratos poliédricos que te cogen por el cuello y no te sueltan hasta el final de temporada.




2013: Más allá de Pixar...

Hace unos días conocimos las nominaciones de los premios Annie que cada año entrega la Asociación Internacional de Películas Animadas. Estas candidaturas sirven para demostrar algo cada vez más evidente: Pixar ya no es lo que era, pero el cine de animación sigue sorprendiendo.

A pesar de que Monstruos University haya obtenido 10 nominaciones, no hay esa sensación de superioridad de los años precedentes. Pixar lleva varias películas sin acercarse al nivel de sus obras maestras (Monstruos S.A. Los Increíbles, Ratatouille, Wall-E, Up, Toy Story 3), ni siquiera al de sus películas notables (Bichos, Brave).



Mientras tanto, las otras productoras de animación se han dejado de complejos y han presentado películas muy competitivas. De todas ellas, la IAFA ha nominado a 7 grandes películas. El caso más llamativo es el de Universal Pictures, que con Gru 2 ha logrado 920 millones de dólares, es decir, casi 400 millones más que la primera parte. Es la segunda más vista del año por detrás de la intocable Iron Man 3.

Tampoco le ha ido nada mal a Dreamworks con The Croods. Además de ser una de las mejores películas de esta productora junto con Cómo entrenar a tu dragón ha ingresado 547 millones de dólares. Frozen, de Disney, también está gustando a la crítica y al público.



Por último el cine nipón ha logrado dos candidaturas a la mejor película para The Wind Rises (el epílogo maestro de Miyazaki) y Una carta para Momo de Hiroyuki Okiura, y el cine francés de influencia belga tiene también representación con Ernest et Celestine.

En definitiva 2013 ha sido un gran año para la animación a pesar del importante declive de Pixar.

Tarantino, la taquilla y las preguntas incómodas

Buscando en Internet he llegado a este fragmento de una entrevista reciente a Quentin Tarantino. Un periodista le acorrala y el director de Pulp Fiction o Kill Bill pierde la paciencia. Dejando al lado mi opinión de Tarantino como cineasta (que se resume en genio descerebrado tan listo como trivial), la postura del director en esta entrevista es indefendible. No su opinión, que la lleva explicando 20 años y siempre ha sido la misma, sino su forma de no responder.



Está claro que cualquiera acabaría agotado de responder siempre a lo mismo, pero es ley de vida. Es el precio que hay que pagar por vivir de vender películas. Y en este sentido Tarantino no puede quejarse. 

Después de comprobar que el público no le consiente todos sus caprichos con Grindhouse (ese programa doble codirigido con Robert Rodríguez que costó 67 millones de dólares y apenas recaudó 27 en todo el mundo), todo han sido buenas noticias. Con sus dos últimas películas (Malditos bastardos y Django desencadenado) ha sumado casi 750 millones de dólares (con una inversión de 130), además de un Óscar y un Globo de Oro.

En definitiva, está en su momento de gloria, apenas tiene 50 años y es capaz de decir cosas muy interesantes sobre el cine que le gusta hacer sin necesidad de perder los nervios.

"Un vida en tres días": Esperando a Jason

Jason Reitman es uno de los directores más interesantes del cine norteamericano actual. No goza del prestigio de Mann, Fincher, Nolan, Affleck o incluso Wes Anderson. Pero sus películas hablan muy bien de él: Up in the air, Juno, Young adult, Gracias por fumar.

Con solo 36 años ya ha recibido 4 nominaciones a los Oscar y ha ganado un Globo de Oro y un BAFTA. Sú última película está protagonizada por Kate Winslet y Josh Brolin, y el mismo Reitman firma el guión de esta adaptación de una novela de Joyce Maynard.

La crítica norteamericana ha aplaudido algunos aspectos de la película y ha criticado otros. Habrá que comprobar si el director de Up in the air vuelve a rozar la perfección. La película se estrenará en España el 21 de febrero de 2014.





Las comedia: algunas claves

La comedia vive un momento dulce. Poco a poco han ido quedándose anticuados los personajes gesticulantes y los diálogos estirados. Cada vez hay más libertad creativa y películas que hacen reír sin necesidad de desenchufar el cerebro.

Este breve vídeo-documental repasa la evolución de este género con el que tanto hemos disfrutado.

Top 10 de esta trinchera (celebrando el nº 550)

Nadie le hace mucho caso al número 550 y es una cifra sonora. Este post es el nº 550 y quería celebrarlo repasando lo más visto del blog. Si Internet es un mundo misterioso, los datos de seguimiento de un blog son para volverse locos.

¿Por qué éstas entradas son las más vistas? ¿Por qué una opinión a priori de la decepcionante película de Tim Burton (el post se titula Aún mejor) multiplica por cinco el número de lectores de la segunda entrada más vista?

Misterios de la Naturaleza. Se aceptan y agradecen opiniones para mejorar. Gracias a todos.

1º) Aún mejor (04.01.10) El segundo trailer de la versión de Tim Burton del clásico de Lewis Carroll tenía buena pinta. Se quedo ahí, en un trailer vistoso.

2º) Glee: Dancing in the sky (01.03.12) La serie de Ryan Murphy tiene muchos agujeros pero hay algunas coreografías muy vistosas.

3º) "La invención de Hugo": gélida nieve sobre Londres (29.02.12) A mí que no... Que no vamos.

4º) La música country acerca a Jeff Bridges al Óscar (20.01.10) Por una vez acerté.

5º) Homeland: regresar es morir (20.01.12) Eran buenos tiempos para Brody.

6º) Emilio Estévez: "The Way"(12.04.12) Galicia nunca defrauda.

7º) "War horse" y "Los descendientes": BSO (10.02.12) Curioso emparejamiento.

8º) Víctor Erice y el Festival de Cine de San Sebastian (25.01.10) Un premio para recordar.

9º) "Boardwalk Empire": un buen cascarón (03.03.11) Y poco más...

10º) "Nunca me olvides": grandes esperanzas (07.02.11) Y justificadas: Gigante y tristísima película.

El orgullo de ser cine norteamericano

El American Film Institute resume en este vídeo el orgullo (justificado) que tienen los norteamericanos de su propio cine. Un minuto más que suficiente para calmar las voces de los que dudan que Hollywood sea la cuna del Séptimo Arte.

Nadie mejor que ellos ha cuidado tanto su propia historia. Y nadie mejor que ellos ha sabido "adoptar" a los mejores de todo el mundo: Hitchcock, Lubistch, Coppola, Wilder, Lean, Murnau...

"Los Juegos del Hambre 2" no come: devora

Por ahora ha merecido la pena rascarse el bolsillo. La segunda parte de Los Juegos del Hambre ha costado casi el doble que la anterior, pasando de un presupuesto de 70 millones (algo que muchos criticaron al considerarlo insuficiente tras haber visto la película) a otro de 130. Alberto Fijo le convenció esta nueva propuesta.

Si ya la primera parte funcionó estupendamente con 700 millones de dólares en la taquilla internacional, la secuela ha tenido un inicio espectacular. En el primer fin de semana en Estados Unidos ya ha logrado 161 millones y en España 4,25 millones de euros.

De esta manera la saga protagonizada por Jennifer Lawrence y que esta vez ha dirigido Francesc Lawrence (Constantine, Soy leyenda, Agua para elefantes), tiene un gran desafío: superar a Crepúsculo, que en sus cuatro partes logró una media de 700 millones de dólares. Esperemos que lo logre, por el bien del cine.

"The grandmaster": el reto de Wang Kor Wai

No podía faltar una película de artes marciales con presupuesto generoso en la filmografía del maestro Wang Kor Wai (Deseando amar, 2046, My Blueberry nights). El estilo recuerda mucho a la tercera (y salvable) parte de Matrix y a la (grandiosa) película Hero de Zhang Yimou, que logró ser nº1 de taquilla en Estados Unidos.

Que será espectacular no hay duda, pero lo fundamental es que la historia esté a la altura. Veremos. La película se estrena en el próximo mes de enero en España.

"Gadis" y la excelencia galega

Desde hace años tengo la suerte de vivir en Galicia, en La Coruña. Y como hace tiempo que no hablo de publicidad en este blog he pensado repasar la excelente publicidad para televisión de la cadena de supermercados más importante de Galicia.

Hay sentido del humor, orgullo autóctono, creatividad, optimismo desbordante... Es algo de lo que sentirse orgullosos. Ahora que todo el mundo está poniendo a parir, y con razón, el último anuncio de la lotería, merece la pena recordar las últimas campañas del Gadis que tienen una gran ventaja. Al igual que las campañas de Coca-Cola no tienen que vender un producto, sino simplemente ser originales y simpáticos.

Dejo el anuncio de lotería por si alguien no lo ha visto y quiere comparar. Me ha costado mucho encontrar el original ya que el número de parodias es increíble (versión Fraggle Rock, The Walking Dead, etc).

Ridley Scott, cualquier tiempo pasado fue mejor

El próximo 30 de noviembre cumplirá 76 años coincidiendo prácticamente con el estreno de su última película.

Pero no parece que Ridley Scott remonte el vuelo. El consejero tiene un reparto estelar (Michael Fassbender, Javier Bardem, Cameron Díaz, Penélope Cruz, Brad Pitt) y es fácil superar el fiasco de Prometheus. Pero los ecos no son precisamente positivos.



Buen momento para recordar el momento en el que el director británico enseñó al mundo tres obras maestras: Los duelistas, Alien y Blade Runner. En esta entrevista da algunas claves interesantes de los inicios de su carrera cinematográfica.

"Un invierno en la playa": pasen y vean

Vuelvo a la trinchera para hablar de un nuevo descubrimiento. Se estrenó el pasado mes de junio pero desgraciadamente no tuvo el éxito que merecía.



Un reparto fantástico, un guionista que habrá leído mucho en su vida y muy bueno, música variada y sugerente, una película que te deja varios días dándole vueltas a lo que has visto.

Un invierno en la playa habla de la familia, de la literatura, del cinismo sexual, del romanticismo, de la música... ¿Qué más se puede pedir?

El único problema es que la película cae en el error de pensar que para mostrar la infidelidad y la promiscuidad es necesario subrayar estos aspectos con escenas evidentes. Por lo demás es uno de esos títulos que conviene no perderse en la maraña de estrenos semanales.

Dejo el spot de televisión y una escena muy significativa (el trailer no es muy acertado).

Calificación: 7,5

"Agents of S.H.I.E.L.D": empequeñecido Whedon

A Whedon le permito muchas cosas, pero no que me aburra. Y su última serie lo hace. Falta carisma y creatividad por todos lados, algo que no suele ser normal en el director de Los vengadores y escritor de La cabaña en el bosque.

Agents of S.H.I.E.L.D
no es una serie sobre Los vengadores, sino sobre qué paso después de la guerra que pelearon Iron Man, Hulk y compañía. En esa nueva era se reclutan una especie de superhéroes limitados, sin disfraz ni grandes poderes como sustitutos. Como punto de partido es una invitación a la decadencia. Aún así la serie se podía salvar con un guión más elaborado, personajes con un poco más de magia en sus palabras a falta de superpoderes.

Como serie de este tipo me quedo con Arrow que tampoco me entusiasma pero creo que mantiene mejor el paso de capítulos y tiene claro de dónde viene y a dónde va.

"El Gran Gatsby": de la novela a la película

He esperado bastante para ver la película con la novela recién leída. Y coincido con casi todo lo que decía Alberto Fijo en su crítica en el momento del estreno. Cuando eran muy pocos los que defendían la película de Luhrmann, Alberto afirmó que la adaptación era notable.

Luhrmann me sigue pareciendo un director con tendencia al exceso, al barroquismo visual, pero un artista peculiar que no me deja indiferente, de los pocos que todavía se plantea ser monumental, hacer una superproducción en el mejor sentido de la palabra. Ya me asombró el maltrato de la crítica con Australia: que no era una obra maestra pero de ahí a considerarla una película fraudulenta, aburrida... Con El Gran Gatsby ha acertado en el complicado casting, la música, la puesta en escena, la adptación del texto original, el vestuario y la modernización del horterismo de los años 20.

La escena de Di Caprio sepultando en camisas a Carey es una escena fantástica que refleja la estupidez de la codicia. Los dos actores demuestran lo grandes que son en una escena ridícula en que ellos están voluntariamente patéticos, heridos de muerte por su infantil frivolidad.

   

Me encantan esas cortinas que envuelven la habitación en la que conocemos al personaje de Daisy, envuelta en pura apariencia, sombra de una grandeza interior inexistente. Y la luz verde que se desvanece, la presentación de Gatsby en la que se respeta uno de los mejores párrafos mejor escritos por Scott Fitzgerald con un Di Caprio que mira a la cámara sabiendo que lo suyo no tiene nombre. Cualquiera hubiese estado horrible cuando levanta la copa, pero lo de este chico es prodigioso. Tiene un contrato que incluye talento y clase de carácter vitalicio.

Son muchos aciertos para una adaptación que supera en casi todo a la insulsa y aburrida adaptación que Coppola y Clayton hicieron en 1974 con Redford y Mia Farrow de protagonistas. De la música me quedo con esta canción de Lana del Rey, maravillosamente insertada en la película.

P.D: La película costó 105 millones de dólares, que viendo la peli no me parecen muchos, y obtuvo 350 en la taquilla internacional.

Calificación: 8

 

La luna en el champagne de Lubistch


Leyendo la última edición de 1001 películas que hay que ver antes de morir de Steve Jay a uno le entran muchas ganas de ver cine clásico.

El libro es una joya pero de eso ya hablaré en otro momento. Ahora quiero hablar de una de las 1001 obras maestras: Un ladrón en la alcoba de Ernst Lubistch (1932).

El creador de la comedia sofisticada llevaba dirigiendo películas casi veinte años pero fue con ésta cuando empezó a ser conocido en todo el mundo. Sus diálogos siguen siendo una verdadera delicia, interpretados con una elegancia irónica muy moderna.

Samson Raphaelson es el responsable de este diálogo; un guionista grande que también escribió El diablo dijo no, El bazar de las sorpresas, La viuda alegre, Ángel o Sospecha.

La siguiente escena muestra el estilo y el toque Lubistch que ya era inconfundibles en estos años. Y la interpretación de los dos está a la altura del enloquecido diálogo.

"La boda de Muriel" y la vitalidad de P. J. Hogan

El australiano P. J. Hogan es uno de esos directores a los que procuro seguir. Tiene más méritos que fama: su Peter Pan era mejor que el de Spielberg, e incluso que el de Disney, La boda de mi mejor amigo era una película que sabía aprovechar la luz que irradian dos astros de la comedia americana: Cameron Díaz y Julia Roberts...



Y hace unos días descubrí La boda de Muriel, su primera gran comedia dirigida en 1994 con Toni Collete pletórica de grasa y talento y Rachel Griffiths (A dos metros bajo tierra), haciendo de amiga de verdad, capaz de patear a las niñas pijas que se meten con la gordi de Muriel.

Le sobra algo de sal gruesa, pero es una comedia divertidísima con un uso muy acertado de las canciones de ABBA. Es ácida pero vital, entretenida y conmevedora. Una de esas pelis que te alegra el día y que te hace ver la importancia de los directores de segunda línea que hacen buen cine y proponen un estilo distinto.

A falta de cine letón...

Creo que nunca he visto una película letona. Pero este concierto de más de 15.000 personas en Latvia (como dicen en Eurovisión) es digno de una gran película. Os dejo sólo la canción, aunque en el concierto hay algunas coreografías que ni los chinos en las Olimpiadas.

El vestuario floreado no tiene desperdicio....

Cuando Alice salvó a “Luther”

La tercera temporada de Luther ha sido una de las grandes decepciones de los últimos meses. No es fácil explicar como una serie tan redonda en las dos primeras temporadas se ha convertido en algo tan gris en tan sólo 4 capítulos.

Ni Luther, ni su nueva e insulsa novia, ni los asesinos tópicos y egocéntricos consiguen interesarte. No digamos ya la trama de asuntos internos que dirigen dos pardillos, torpes como pocos, incapaces de demostrar algo evidente: que Luther rebasa las líneas de la legalidad.

El problema fundamental está en el guión, que le falta magia, frases de cine negro que sí había antes, atmósfera del mal en definitiva. Neil Cross ha caído en inercias y errores de bulto confundiendo truculencia con sugerencia. Los asesinos de esta tercera temporada pueden ser incluso más macabros en sus acciones pero no tienen esa perversidad intelectual. Idris Elba padece como puede el bajón de sus diálogos, con su cara de mala leche que empieza a resultar anodina. Aunque bueno, después de los diálogos que tuvo que interpretar en Prometheus, el actor y productor londinense debe estar curado de espanto.

La ventaja de esta temporada es que termina con su mejor capítulo. Y cómo no, tiene que ser Alice (la mejor de la serie, capaz de estremecer a espectadores y víctimas con un alfiler o un simple tornillo) la encargada de salvar a Luther del naufragio. Hemos tenido que esperar mucho (6 capítulos, o sea, temporada y media) pero el regreso ha merecido la pena. La pelirroja tarda unos segundos en demostrar que ella sí que lo vale, que ella sí que hace interesante todo lo que toca. La manera en que Alice trata al nuevo amor de Luther es colosal. Nunca se aprenderá su nombre, ella prefiere llamarla “duendecillo”, Campanilla… En el fondo Alice parece echar en cara a todos los personajes: ¿Qué habéis hecho con mi serie? ¿No os da vergüenza ser tan insulsos?

“Sugar Man” en los tiempos que corren

Qué miedo me dan las expectativas, los comentarios entusiastas, las frases en los carteles de las películas… Hacía tiempo que escuchaba todo tipo de elogios sobre la ganadora del Oscar al mejor documental de este año: Searching for Sugar man. Era fácil que con estos prolegómenos me temiese la típica insatisfacción del “tampoco era para tanto”.

Esta vez no. Sí, es para tanto. Un documental de un personaje anónimo que te deja varios días pensando sobre la fama, el arte que no se chilla, que no sale en las portadas, pero que está ahí, triunfando a su manera. En los momentos que corren para el cine y la música, que este documental haya lograda más de medio millón de euros en la taquilla española, y que el protagonista haya dado un concierto en Barcelona ante más de 5000 espectadores es una gran noticia.

El protagonista es uno de esos personajes que te llenan una película con su presencia silenciosa. Una de esas joyas que no hay que perderse del cine de este año.

Calificación: 8´5

Un ejemplo a seguir

No me daba muy buena espina. Todo lo que rodeó a Sor Maria, la monja imputada por el caso de los bebés robados en los años 80 en Madrid, olía a ese hambre insaciable de los medios en carnaza basura de oferta. Siendo además Telecinco la cadena que emitía la miniserie Niños robados temía lo peor. Pero me habían llegado comentarios positivos y me he atrevido a entrar en un mundo cruel de madres solteras, avaricia y bebés trasladados de regazo en regazo como mercancía ligera.

Ya para empezar la serie me pone muy a favor al tener actrices estupendas como Adriana Ugarte, Nadia de Santiago (un descubrimiento reciente en Ali), Macarena García (qué decir de esa mirada en Blancanieves), Blanca Portillo (en un papel temible: Sor Maria, un personaje malvado con más contrastes y matices de los que esperaba). Incluso está la mítica presentadora Belinda Washington (muy solvente haciendo un papel contrario a su simpatía natural). También hay actores secundarios con mucho talento como Diego Martin, uno de esos actores que siempre te cae bien, que te crees lo que te dice, y Emilio Gutiérrez Caba, desarrollando su rol habitual de malnacido existencial.


Pero sobre todo lo que me gusta de esta miniserie es el guión de Helena Medina, que ya hizo un trabajo muy hábil en 23-F: El día más largo del Rey. Agradezco el tono medido, el que haya contención en lo que no deja de ser un culebrón policíaco. Hubiese sido muy rutinario encontrarse con un dibujo simplista y maniqueo, otro ajuste de cuentas a la España de Franco que aún coleaba en los años de la Transición, y a la Iglesia Católica como nave nodriza de monjas asesinas, curas cómplices y fieles perversos que como te descuides te envenenan con agua bendita.

En Niños robados hay mucha verdad porque hay un intento de meterse en la piel de todos los personajes, de darles un cierto recorrido, de ofrecer contrapuntos. En este sentido la agria Sor María también se ve como un personaje atormentado, impulsada por el doctor Mena. 

Y sobre todo se ve a una monja en frente, Sor Herminia, que sin dejar de ser monja, rezar, dedicarse a los pobres, quiere buscar la verdad sobre los bebés robados y ayudar a las madres solteras. El retrato de esta religiosa es conmovedor y tiene un peso esencial en el guión. Un equilibrio necesario para mostrar algo evidente: hay miles de monjas anónimas que llegan a la pobreza más absoluta, dan luz donde no hay más que olvido y desesperanza… Ya, me dirá algún productor televisivo, pero eso no vende. No estoy de acuerdo. Niños robados ha sido todo un éxito poniendo como una de las protagonistas a una monja ejemplar como Sor Herminia. No tan simpática como Gracita Morales en Sor Citroen o la espabilada Whoopy Goldberg en Sister act, pero sí tan entrañable y sincera.

Además esta serie tiene una música reiterativa pero eficaz, un dramatismo de miradas, más que de lágrimas, de sugerencias en los diálogos más que de gritos en salas de espera. Y por si fuera poco el segundo capítulo es aún mejor que el primero. En total casi tres horas de muy buena televisión nacional. Esperemos que la plaga siga extendiéndose.

Calificación: 8


"El mundo es nuestro": dvd redemption

En el último Festival de Málaga dejé de ver una peli importante. No estaba en la Sección Oficial pero lo merecía. Es una comedia sevillana disparatada, muy divertida, bien contada y desarrollada. Y es de esas que debería ser obligatorio verlas en un cine en Málaga, Cádiz o Granada (el efecto de la risa se multiplica).

Le sobran un par de grados de sobreactuación, algún chiste fácil en la segunda mitad... Pero es una comedia grande que recuerda en algunos momentos a Berlanga, con toda esa gente en el banco tomando bocatas envueltos en papel de plata. Una de las joyas que puedes recuperar en dvd.




La ficción española también se crece

El momento grande del cine español que vivimos desde hace años se acerca cada vez más a la televisión. Hasta ahora nuestras series eran las más vistas (Águila roja, La que se avecina, Cuéntame), pero no eran ni mucho menos las mejores. Sin embargo cada vez hay más títulos nacionales en televisión de una gran calidad que además puede presumir de no perder espectadores.

El primer capítulo de Tiempo entre costuras, la adaptación de la exitosa novela de María Dueñas, logró 5 millones de espectadores en Antena 3 superando en audiencia esa misma noche a Isabel (otra gran serie, que no baja de los 3 millones de seguidores en directo). Brillan especialmente en la serie la adaptación fidelísima de una buena novela (a veces hay párrafos casi idénticos en el guión y el libro), Adriana Ugarte, Raúl Arévalo, la fotografía, la producción, la música…

Esta serie tiene componentes de varios géneros: romántico, histórico, policiaco. La historia se enmarca en los inicios de la Guerra Civil desde una perspectiva diferente; la protagonista vive el desastre fratricida desde Tánger. Sin duda Tiempo entre costuras está llamada a marcar una cima en la televisión española.

“Downton Abbey” (4ª temporada): Bendita la luz

Las series de televisión están en su momento de pasarela. Comienza el curso y el regreso de las ficciones televisivas más interesantes. Una de ellas es Downton Abbey, que ya va por la 4ª temporada, la última de Julian Fellowes como guionista (aunque la serie continuará, lo que no sabemos es cómo).

El primer episodio de esta nueva etapa despeja dudas: continua la excelencia, el detallismo de los planos, los diálogos exactos y sobre todo esa bendita luz que ilumina a cada personaje. En especial a Maggie Smith, que ha dejado de ser la abuela anfitriona; ahora es la Reina Madre del Imperio Británico.

Hay que aceptar las reglas del juego; estamos ante un culebrón de 5 estrellas, arte follletinesco de 1ª línea. Así acabó la tercera temporada, así empieza esta nueva etapa de la verdadera joya de la corona inglesa.

“Homeland” y “Breaking Bad”: unos que vienen…

Acabó Breaking Bad. Bueno, está acabando. Pero ya sabemos el final. No hay que preocuparse; mis labios están sellados. Y además no hay nada nuevo que decir. Es como que Leo Messi marque un gol: se ha convertido en rutina. Lo de la serie de Walter White es parecido. Hace años que se instaló en las cinco estrellas y ahí seguirá por mucho años.
 
Una serie que más que enterrarla habrá que embalsamarla. ¡Tampoco será para tanto! Tiempo al tiempo, pero no veo nada fácil superar a la serie de Vince Gilligan.



Se nos va Breaking Bad pero no dejan de volver series a modo de antídoto contra la nostalgia. Siguiendo a la espera de la tercera de Sherlock, acaba de regresar Homeland; la serie más premiada y comentada de los últimos años. Ha empezado con fuerza. Acabó de manera trepidante la segunda temporada y ha regresado con esa calma tensa que tanto fascina.

Me sigue sobrando el desquicie sexual de la protagonista (que esta vez es bochornoso, apenas un par de frases con el anónimo de turno), que no aporta nada en una serie muy significativa en casi todo lo que nos cuentan. Pero el resto es un gran comienzo. Una de esas series que no hay que perderse por demasiados motivos.



“Elysium”, “Oblivion” y el peligro de las tres estrellas

Tenemos un problema. Esto de la crítica de cine y las estrellas que se utilizan para calificar una película nos lleva con frecuencia a un territorio común: el planeta de las 3 estrellas. Ese lugar en el que mandamos a muchas películas con la idea de “no está mal”, aunque en el fondo lo que se entiende es que “no está bien”. En esa categoría están dos películas de ciencia ficción recientes: Oblivion y Elysium. No son dos obras maestras, pero tienen ambición, talento y un sentido del espectáculo notable.

Oblivion es del director de Tron: Legacy. Pero es mucho mejor que Tron: Legacy. Kosinsky mantiene la imaginería visual de su anterior película, algo más sencilla y eficaz esta vez, pero sube su marca individual contando con el apoyo de actores (Tom Cruise, Kurylenko, Melissa Leo) y guionistas de primera (entre los tres escritores del libreto está Michael Arndt: Pequeña Miss Sunshine, Toy Story 3). Le falta claridad narrativa y algo más de matiz a los personajes, pero la película es muy dinámica y medianamente reflexiva.

Elysium era una de esas peligrosas segundas películas de un jovencito genio que había entusiasmado con su opera prima (District 9). Ésta vez con un presupuesto más holgado (120 millones, cuatro veces más de lo que costó su anterior película), un pedazo de actor como Matt Damon de protagonista y una secundario maléfica de lujo como Jodie Foster, este director africano nos vuelve a sumergir en un clima radioactivo, en un futuro sucio e inhumano. 

La película brilla en muchos momentos y es trepidante de principio a fin. Echas de menos un par de vueltas al guión, ya que faltan matices, diálogos más elaborados y menos convencionales, tramas secundarias mejor definidas, menos tralla y más alma. Pero es una película notable, con un comienzo apoteósico y unos planos aéreos que merece la pena ver en una pantalla lo más grande posible.

“The Confession”: Hitchcock reloaded

Sigue creciendo el número de webseries que optan a entrar en un circuito comercial televisivo a base de originalidad, talento y amor al arte no siempre recompensado. Hace algunas semanas vimos la genialidad cómica más hispana de Entre pipas. Ahora cambiamos de tercio. The Confession es una serie policiaca norteamericana que en 10 capítulos de 5-6 minutos desarrolla un misterio basado en un secreto de confesión, algo que Hitchcock ya desarrolló en la sensacional Yo confieso.

Esta vez el sacerdote no es tan fotogénico como Montgomery Clift, pero sí tan carismático. John Hurt recibe en el confesionario al mítico Jack Bauer de 24 (Kiefer Sutherland), que aquí interpreta a un asesino maquiavélico. La serie es de 2011 y la ha comprado recientemente la cadena AXN, desde dónde puede verse en abierto. Aunque como siempre aconsejo verla en V.O.

Es una serie que te atrapa con un guión astuto y elegante, con unas salidas esporádicas del confesionario muy acertadas y una planificación muy sencilla que aprovecha dos actores que saben moverse en este tipo de personajes. La música del experto en series Sean Callery (Homeland, 24) consigue una tensión cortante a lo largo de los 62 minutos de metraje. The Confession se rodó en 2011 y hasta ahora no ha logrado una repercusión que espero que siga creciendo.

Calificación: 8

Palmarés y apuntes finales sobre Zinemaldia 2013

El cine “de crisis” en habla hispana ha sido el gran triunfador de la última edición del Festival de Cine de San Sebastián. Cine realizado con presupuestos ajustados, historias personales y pequeñas. La venezolana Pelo malo (mejor película) de Mariana Rondón, la mejicana Club Sandwich de Fernando Eimbcke (mejor director) y la española La herida del debutante Fernando Franco (mejor actriz y Premio especial del Jurado), comparten esta forma de hacer cine coherente con los tiempos actuales.

En esta línea también se encuentra la película inglesa Le Week-end de Roger Michell que ha logrado la Concha de Plata al mejor actor para Jim Broadbent. Al estilo de la trilogía de Richard Linklater (Antes de amanecer), Le Week-end es una historia contada con dos personajes jubilados que hablan sin parar sobre su matrimonio en declive.

Un tanto curioso resulta el premio al mejor guión que se ha llevado el maestro francés Bertrand Tavernier y sus dos coguionistas, Antonin Baudry y Christophe Blain por la adaptación de un prestigioso cómic político en Quai d’Orsay.

El resumen general del Festival es que el mejor cine no ha estado en la Sección Oficial sino en las Perlas de Zabaltegui con títulos imponentes como Like faher, Like son de Hirokazu Kore-eda y Gravity de Alfonso Cuarón (probablemente la película del año).

Por otro lado, esta edición se recordará por la conmoción que ha producido en la ciudad y en los medios de comunicación la llegada de Mario Casas y Hugh Jackman (éste último protagonizó una de las imágenes más espontáneas del Festival al pasear en bicicleta por la ciudad). Una euforia planificada e inteligente porque, además de ser estrellas mediáticas, el coruñés y el australiano son dos actores con un talento innegable y recientemente demostrado.

Last day y quiniela

Esto se acaba. La herida es la última película a concurso. Fernando Franco, hasta ahora montador prestigioso de Blancanieves (por la que ganó un Goya), Alacrán enamorado o No tengas miedo, se estrena en la dirección.
Ana trabaja como enfermera en una ambulancia. Su contacto con el  sufrimiento es diario y además no acepta que su novio la haya dejado. Pero la principal herida de Ana está en su psique.
La película no consigue desprenderse del tono impostado y oscuro, puesto al servicio de de una historia excesivamente pequeña que no aporta nada al cine sobre enfermedades psíquicas. Muy bien intrepretada por Marián Alvarez, La herida, más que doler, te cansa y resulta distante.
Y para acabar, voy a hacer una quiniela, condenada al fracaso porque si hay algo poco previsible es el jurado de un festival de cine. Pero allá vamos.
Mejor película: Caníbal
Mejor director: Roger Michell (Le-Weekend)
Mejor guión: David Trueba (Vivir es fácil con los ojos cerrados)
Mejor actor: Antonio de la Torre (Caníbal)
Mejor actriz: Marián Álvarez (La herida)
Mejor fotografía: Nicolas Bolduc (Enemy)
Premio especial del Jurado: Quai D´Orsai (Bertrand Tavernier)
Premio Horizontes latinos: El médico alemán
Premio del Público Perlas de Zabaltegui: Gravity

Muermismo mejicano

Iba dispuesto a lo peor. Lo reconozco: me da pánico el cine mejicano. Tan lento y deprimente con tanta frecuencia. El trailer hay que reconocer que ya te avisa del muermo que te espera… Pero no es suficiente. Minutos y minutos de ralentización, de no pasar nada, de créditos que tardan horas en desaparecer. La historia de un adolescente gordo y su embobada madre en un hotel casi vacío quiere ser una historia de madurez vital y sexual, pero es otra cosa. Son dos tipos aburridos que casi no hablan, sólo se tumban al sol y a comer techo en el hotel.

Y todo con mucha calma, no vaya a ser que semejante trepidación dramática interese a alguien más que a la madre entusiasmada con su rollizo maromo. Y uno piensa la cantidad de películas en las que pasan cosas, surgen emociones, te interesa lo que sucede… Pero aquí 80 minutos resultan interminables, más aún con la vocalización mejicana ininteligible.

La maldición donostierra de Campanella

No tiene suerte el director argentino con San Sebastián. Hace unos años le birlaron la Concha de Oro que merecía por El secreto de sus ojos. Ahora presenta su última película inaugurando la Sección Oficial con una cinta muy defectuosa, en la que brilla la “barata” técnica (la película siendo animada ha costado 20 millones de euros) pero en la que sorprende mucho un guión plano, errático, con exceso de plomo sin vida, de diálogos sin ingenio. 

No nos esperábamos esto de Campanella. Futbolín ha gustado muy poco a la crítica y dudo que al publico, tanto infantil como adulto, le acabe de convencer. La historia tiene su originalidad en el punto de vista pero se viene abajo en un guión muy pobre, que resulta aburridísimo en un doblaje español que probablemente empeore más aún el resultado final. El cine argentino hay que escucharlo en argentino, todo lo demás es perder la esencia.

Zipi y Zape en Hogwarts

Zipi y Zape han marcado la infancia de varias generaciones que poco tienen que ver con el público al que va dirigida esta película. Lo digo por experiencia: he reconocido poco de los tebeos que leí en su día en la película de Oskar Santos (El mal ajeno, Hispania). Aquí hay más de Daniel el travieso y el universo de Harry Potter. Pero da igual. La película funciona a ratos.

Un entretenimiento con un diseño de producción muy vistoso, chavales que resultan naturales, personajes secundarios con gracia. Y 90 minutos ajustados que se agradecen. El tono exagerado de los “malos” puede rechinar pero en general la película la verán los pequeños con agrado mientras los mayores pasarán un buen rato.

Si además al crítico de cine le dejan elegir asiento con espacio vital mínimo (el pase era a las 9:30 en un desierto cine Principal), la percepción de la película es muy agradable. Por cierto, espero que alguien en algún momento prohiba ver una película desde el gallinero del 3º piso del Victoria Eugenia o en medio de una fila central del Teatro Principal. Estoy convencido que Ryan Reynolds en Buried tenía menos sensación de claustrofobia.

La vida que duele y que cura

François Dupeyron ya sabe lo que es ganar en San Sebastián. Lo hizo en 1999 con ¿Qué es la vida?: una película de diálogos intimistas y sencillos que sigue viéndose con agrado casi 15 años después. Mon ame par to guérie es más de lo mismo pero con un protagonista que tiene un don de curar heredado de su madre. Frédi nos recuerda un poco al personaje de Matt Damon en Más allá de la vida. Él tampoco quiere tener esa capacidad extraordinaria de curar pero no puede evitar ser requerido por mucha gente necesitada.

Lo mejor es que no es una película “milagrera”; es una historia de lo más cotidiano rodada con muchos planos secuencia que hacen creíbles e interesantes a todos los personajes. Además hay gotas de un saludable humor y un tono luminoso que humaniza la película haciéndole cercana y sugerente. Por ahora de lo más interesante que hemos podido ver en la Sección Oficial.

Un discreto chiste francés

Una de cal y otra de arena con la Sección Perlas de refugio del crítico perjudicado por el paso de los día

“Quai d´Orsay”: Tavernier se pasa al cómic

Bertrand Tavernier ha presentado probablemente la película más solida de la Sección Oficial. Como buena adaptación de un cómic político muy reconocido de los maestros Blain y Lanzac tiene un ritmo trepidante de montaje muy ágil, semejante a las viñetas, con personajes exageradísimos en su crítica atroz al uso vacío del lenguaje en la política internacional. Inteligente, divertida y en mi opinión demasiado redundante. En la línea de la británica In the loop, le falta un final más redondo pero es una película notable.

"Un largo viaje": ¡Y tan largo!

The Railway Man (traducida como Un largo viaje) cuenta muy mal lo que contó con maestría David Lean en Un puente sobre el río Kwai. El australiano Jonathan Keplitzky cuenta con una pareja solvente compuesta por Nicole Kidman Colin Firth. Y poco más. El talento brilla por su ausencia en la planificación (el último tramo de la película es delictivo en este aspecto) y sobre todo en un guión torpe y cursi que retrata personajes inconcebibles. Una de esas historias con buena intención que despiertan instintos asesinos en el espectador.

El trailer es vistoso y puede engañar con la utilización de la magnífica música de La delgada línea roja que nada que tiene que ver con la partitura original de la película. Pero es un quiero y no puedo en toda regla. Un desperdicio caro de diseño de producción y buena fotografía.

De otra galaxia

Un día complicado para comentar la Sección Oficial. Sobre todo porque el murmullo comienza a ser atronador; todo pinta a que este año la categoría reina del Festival va a ser de las más decepcionantes de los últimos años.

Hoy hemos podido ver las películas de la Sección Oficial que han sido 4 ni más ni menos. Pero antes que nada quiero decir lo que me ha salvado el día: Gravity de Alfonso Cuarón presentada en la Sección Perlas.

“Gravity”: el humanismo galáctico de Cuarón

La crítica la he escrito in extremis para la revista así que la podréis leer con calma. Pero un avance: es una bellísima historia tanto visual como narrativamente. Dos actores que llenan el espacio con su voz y unos personajes que mezclan ternura, simpatía y dramatismo del bueno.

Bullock y Clooney están perfectos y el 3D, ésta vez sí resulta necesario. Os dejo con el trailer, la merecida portada en Fila Siete de octubre y paso a la temible Sección Oficial.

Puerro venezolano

El sol en San Sebastián ha llenado aún más las calles que ven como críticos van de aquí para allá en una mañana muy ajetreada. Ni mas ni menos que tres películas de Sección Oficial que han dejado impresiones muy diferentes.

“Pelo malo”: la dura infancia venezolana

Hay películas que son lo que prometen. Y ésta es una de ellas. Tono documental, realismo crudo, historias y personajes en los que apenas hay luces. Y un ritmo latino en en el sentido venezolano, uruguayo, mejicano… Un porcentaje de cine que hay que pagar en todo Festival.

Hay que reconocer que es una ventana abierta a un mundo diferente, pero hay ventanas que te sorprenden, te manchan… O te aburren, te dejan lejos, con sensación de que esa infierno venezolano ya te lo han mostrado demasiadas veces. Es lo que me pasa con la historia de este niño que tiene el pelo salvaje, imposible de peinar.

Mujeres a la hoguera

Alex de la Iglesia sigue a lo suyo con Las brujas de Zugarramurdi. A los personajes desquiciados y extremos en historias desquiciadas y extremas. Esta vez en clave claramente misogina: una historia en las que las mujeres son todas brujas que hechizan a los hombres humillándoles de la manera más vil. Esta segunda lectura funciona como un reloj en la trepidante media hora inicial.

Hay un atraco y una persecución por medio pero lo interesante es como todos los hombres muestran su adoración y pánico hacia las mujeres que les explotan. En este rol está divertidísimo Mario Casas y muy solventes Hugo Silva y Javier Botet.



Pero el chicle se estira y aparecen las brujas que no son tan divertidas ni tan sugerentemente malvadas como esperábamos de dos personajes interpretados por Terele Pávez y Carmen MauraCarolina Bang vuelve a hacer de chica guapa esta vez formato skin con tatuajes incluidos, un personaje que resulta demasiado evidente hasta el tramo final.



Es una pena que no se lleven más minutos las señoras brujas y vascas interpretadas por Santiago Segura y Carlos Areces: Conchi y Asun son de lo mejor de la película.

Una vez más Alex de la Iglesia demuestra que tiene ingenio y creatividad, pero sus películas son un suspiro que se pierde en querer tronchar de risa al espectador sin coherencia ni medida alguna. 

A falta de Miyazaki siempre nos quedará Koreeda

Premio del Jurado en el pasado Festival de Cannes, Like father, like son ha vuelto ha demostrar que el director japonés de Still Walking, Air Doll o Kiseki es de los más grandes del cine actual. En De tal padre, tal hijo (traducción literal del título) cuenta la historia de dos niños que descubren a los 6 años que sus padres no son sus padres. Los dos nacieron en el mismo día y el hospital intercambió sus identidades.

Con este argumento Koreeda vuelve a hablar de la familia, de la educación y la genética, de un mundo que juega con la paternidad como si fuese una etiqueta de quita y pon. Y lo hace dejando al espectador a los pies de personajes de carne y hueso que se enfrentan a dilemas universales sin subrayados, con sencillez en la mirada y en los diálogos, con talento en cada plano, en cada giro narrativo. Koreeda lo hace todo fácil y directo, como Miyazaki. Y eso está a la altura de muy pocos.

El adiós dulce de Miyazaki

El cine de animación ha sido el protagonista de las primeras horas de Zinemaldia 2013.
Hayao Miyazaki presentaba The Wind Rises en la sección Perlas la que será su última película (el pasado 1 de septiembre el genio nipón anunció su retirada a los 72 años de edad).  Una verdadera obra de arte, de un romanticismo tan elegante y universal que te deja rendido desde el primer fotograma.
La película habla de las tragedias del siglo XX en Japón con una luz y una ternura tan sugerente que sales del cine con la sensación de que has estado subido a una de esas cimas a las que sólo alguno maestros consiguen llevarte.
No me extraña el entusiasmo de Laura Montero que ha hecho una crítica maravillosa publicada en el último número de Fila Siete. La pasión por el mundo de la aviación de Miyazaki está tan lograda como en esa joya quizá algo infravalorada titulada Porco Rosso (1992). En definitiva, cine imprescindible para comenzar el Festival.

Calificación: 9

La coleta de Terry Gilliam

Terry Gilliam llegó al Victoria Eugenia con coleta, zapatillas y ganas de advertirnos que su película no iba a defraudar a los que adoran su extravagante genio. La prueba era difícil. Aguantar en la butaca una película de Gilliam de 107 minutos mientras España se enfrentaba a Francia en campo esloveno era una misión heroica. Y ahí estuvimos después de ver a Villeneuve. El trailer de la futurista The Zero Theorem prometía lo peor pero la verdad es que al menos esta vez Gilliam está algo más dinámico que en sus últimas astracanadas (aún recuerdo los bostezos que me produjo el Dr. Parnassus).
Ver a Christoph Waltz contener un personaje incontenible es emocionante. Y hay que reconocer que la escena de la discoteca del futuro invadida por colgados bailando a su aire cada uno con su iPad y sus auriculares es gloriosa. Pero le sigue faltando orden, concierto y mesura a un director que le encanta que el argumento se le vaya de las manos. El guion de The Zero Theorem lo firma Pat Rushin que como el mismo Gilliam ha reconocido no ha escrito en su vida un largometraje. “Ni falta que hace” debe pensar el ex Monthy Python.
Al menos hay intención de querer contar de una manera ingeniosa que la técnica nos está volviendo… Eso, un poco estúpidos. Pero eso ya nos lo ha contado mucho mejor un británico llamado Charlie Brooker en esa genialidad televisiva que es Black Mirror.

El rarismo invade la noche en Donostia

Todo festival que se precie tiene un porcentaje de rarismo. Películas que provocan comentarios encendidos y absolutamente contradictorios. Algunos ven la reencarnación de Welles, Ford o el mismísimo Miguel Ángel en versión cinematográfica, mientras que otros consideran una tomadura de pelo, una vergüenza para el Festival y una señal clara de que la creatividad cinematográfica del director se debe más al consumo de sustancias estimulantes que al talento artístico. En esa dialéctica se ha movido la noche en Donostia.

"Enemy" o el duplicado de la nada

Denis Villeneuve (Incendies) no dejará a nadie indiferente con esta película. Los primeros 15 minutos son para pedir auxilio psiquiátrico. Me gustaría poder explicar el argumento inicial pero esta web la ven menores de edad. Tremendo arranque que podría ser firmado por un Cronenberg en periodo de celo. En realidad toda la película podía ser una criatura alienígena de Cronenberg.

La historia es un tipo que tiene un duplicado (ya se ve que está de moda el argumento, véase la crítica arriba de La mirada del amor). Uno es actor, el otro profesor de Universidad. Entre medias hay unos tipos que miran a mujeres atacadas por arañas. Y mucho sonido extravagante, mucha pose de esto que te estoy contando es genial, genial, genial que diría la versión Muchachada Nui de Lars Von Trier.

Me apunto a los de la trinchera de que es una tomadura de pelo con poco que contar y mucho de “fíjate como te lo cuento”. El guión lo firma Javier Gullón ( que ya demostró sus limitaciones en Invasor, Agnosia, Hierro…) a partir de una novela de José Saramago.

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