El sucesor de Woody Allen también viene de Brooklyn

Noah Baumbach no deja de crecer. Si en 2012 asombró con Francesc Ha, una película en blanco y negro que aprovechaba al máximo la naturalidad de Greta Gerwig, en 2014 vuelve a demostrar que es uno de los autores más interesantes de su generación con Mientras seamos jóvenes. Naomi Watts y Ben Stiller componen una pareja de cuarentones sin hijos en busca de la juventud perdida que representan un duo imposible formado por Adam Driver (Star Wars, Girls) y Amanda Seyfried.

La película tiene ironía fina y una capacidad insólita de reírse del patetismo de los personajes sin dejar de quererles. El ritmo de gags, frases ingeniosas y desarrollo de las tramas es perfecto. Todos los actores están divertidos y espontáneos con un uso del lenguaje corporal sobresaliente; sólo hay que ver la escena de Ben Stiller y Naomi Watts intentando bailar hip-hop como si fuesen adolescentes.

Baumbach no sólo entretiene sino que además hace pensar sin ser pesimista, erudito o manipulador. Estoy totalmente de acuerdo con la crítica que Lou Lumenick escribía en el New York Post: "La película más divertida de Woody Allen en años la ha dirigido Noah Baumbach". Con la diferencia de que uno tiene 40 años menos que el otro. Y tengo la sensación de que también es menos cínico y neurótico en sus obsesiones hipocondríacas y sexuales.

Calificación: 8/10

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