"Silicon Valley" o "Aventuras en Peculandia"

Es el lugar del mundo con mayor coeficiente intelectual de la Tierra y HBO ha decidido dedicarle una comedia peculiar. Los sucesores de Steve Jobs y Bill Gates son una fauna que da mucho juego. Asociales, adictos a pastillas y dietas surrealistas, estos cerebritos son los peores enemigos de seres mismos.

El protagonista es Richard Hendricks (muy bien interpretado por Thomas Middleditch, uno de los secundarios habituales en televisión), un superdotado universitario a punto de abandonar los estudios. Con su cara ladeada, su barba de 3 días y sus caóticos rizos rojos hacen de él un perfecto ejemplo del anti-carisma. Pero su último invento, la aplicación El flautista de Hamelin, promete ser un éxito mundial.



Silicon Valley tiene un presupuesto importante para ser una comedia y se nota en las localizaciones: edificios y calles informatizados, coches innovadores, decoración minimalista a juego con la moda Apple... Allí habitan los genios y sus mecenas; esos buitres carroñeros capaces de sacarte los ojos con su mejor sonrisa de "confía en mí; sé como hay que tratar a los seres humanos". Erlich Bachman (T.J.Miller) ocupa el podio de honor de los chupópteros de Silicon Valley. No es muy inteligente ni muy simpático pero tiene la seguridad en sí mismo que le convierte en un ser necesario en este parque temático.

Los creadores de esta serie son los cómicos John Altschuler, Mike Judge y Dave Krinsky, responsables de series como El rey de la colina y películas como Patinazo a la gloria. Aquí realizan su mejor trabajo como guionistas con ingenio y mala uva, aprovechando un plantel de actores que saben hacer reír siendo especialmente serios. En algunos capítulos, y especialmente en algunos personajes, son demasiados zafios, pero está claro que de HBO no esperábamos otra cosa. Aún así hay que reconocer que al menos esta comedia no es tan monotemática como otras (New Girl, Episodes, Dos hombres y medio).

Silicon Valley es una inmersión hábil en ese mundo tan influyente de Palo Alto. Sin embargo, la serie no llega a entusiasmar. Diciéndolo en pocas palabras, ni es tan divertida como The Big Bang Theory, ni tan inteligente como La red social. Es llamativo que las temporadas sean tan cortas: 8 o 9 capítulos. Y es que siendo una serie que se deja ver no acaba de enganchar por los continuos altibajos de ritmo e ingenio. Aún así dentro de poco se estrenará la tercera entrega.


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