El regreso de Bigelow... Y Jessica

La primera mujer en lograr el Oscar a la mejor dirección por En tierra hostil, vuelve al lugar en el que se siente cómoda. Terrorismo, Oriente Medio, Estados Unidos visto desde una distancia crítica. Y qué mejor que la captura más famosa del siglo XXI.

Tras la sombra de Osama Bin Laden estuvo medio mundo durante casi 10 años, y el momento del final de la historia quizás no tuvo la intensidad necesaria. La directora de Días extraños vuelve a ponerse en primera fila para los Oscar. Junto a ella, una actriz que nunca deja indiferente con su trabajo: Jessica Chastain.

"Los miserables", el Oscar y los musicales

Sólo 9 musicales han logrado hasta ahora el Óscar a la mejor película. Lo más curioso es que 7 de ellos pertenecen a una etapa muy específica: entre 1944 (Siguiendo mi camino) y 1968 (Oliver). Desde entonces sólo un Oscar (Chicago) en 2002. Es evidente que en los años del cine clásico había muchos y mejores musicales, pero aún así resulta curioso que en los últimos años 50 años tan pocas películas de este genero hayan sido valoradas por la Academia. Aparte de Chicago, sólo Moulin Rouge (2001) y El violinista en el tejado (1971), han llegado a ser nominadas.

Este año hay un musical muy bien posicionado de cara a los premios de la Academia: la versión del inglés Tom Hopper (ganador de un Oscar por El discurso del Rey en 2010), del prestigioso musical de Boublil y Schönberg. Lo tiene todo. Grandes actores, una poderosa banda sonora, un musical que lleva décadas llenando teatros de todo el mundo, un director con personalidad... Por ahora no parece que Lincoln (de Spielberg), The Master (de Paul Thomas Anderson) o Argo (de Ben Affleck) vayan a poder con ella.


"Un cuento de hadas" de Charles Sturridge

Hay muchos alicientes para recuperar esta película de Charles Sturridge de 1997. La primera es que aunque es una historia fantástica está basada en hechos reales. En 1917 unas niñas de Yorkshire hicieron unas fotografías de unas hadas que dieron la vuelta al mundo. Incluso personajes contemporáneos como Arthur Conan Doyle (en la película un estupendo Peter O´Toole) o el mago Houdini (Harvey Keitel), se interesaron por este fenómeno.


Ahora que Campanilla (en su versión más infantil y simple en mi opinión), vuelve a los cines, es buen momento para recordar esta maravilla del director de Donde los ángeles no se aventuran o la serie de Retorno a Brideshead (la mejor adaptación hasta hoy del clásico de Evelyn Waugh). Una película deliciosa para todo tipo de públicos, que además cuenta con una de las composiciones musicales menos conocidas del maestro polaco Zbiniew Preisner (Tres colores, Cuando un hombre ama a una mujer, El jardín secreto).

"Liberal Arts": el regreso de Josh Radnor

El actor protagonista de Cómo conocí a vuestra madre es también un director y guionista excelente. Con sólo un millón de dólares rodó su opera prima, Happythankyoumoreplease, que fue presentada hace dos años en el Festival de Cine de San Sebastián. Esta comedia generacional es una verdadera joya de la comedia americana independiente. Una de esas películas que no quieres que acabe porque todo lo que ves y oyes es brillante, divertido y ocurrente.

Todavía no he visto su segunda película (Liberal Arts, en España, Amor y letras... sin comentarios), que se estrenará en España el próximo 14 de diciembre. Pero todos los comentarios que me han llegado son positivos, en la línea de su película anterior. El trailer es muy atractivo. Esperemos que este discípulo de Woody Allen, mucho menos cínico y destructivo que su maestro, vuelva a conmover y divertir como en su primera película.

Canciones finales para regresar

Si la película te ha gustado te quedas paralizado, como rebobinando todo lo que has vivido para que no se pierda nada en la vuelta al mundo real. Un buen final no es tarea fácil, pero si tienes el apoyo de una buena canción que resuma el tono de la película es más sencillo. Te vas del cine lentamente con una melodía en la cabeza que se quedara un tiempo contigo.

Recientemente he visto una película (Blancanieves y la leyenda del cazador) y una miniserie (Hatfields y McCoy, por la que Kevin Costner "Western" acaba de recibir el Emmy) que, después de haberme entretenido y emocionado en algunos momentos, han concluido con una acertada canción.

En el caso de la canción de Florence and the machine incluyo la canción y un vídeo explicativo sobre su composición. Una buena oportunidad de escuchar a uno de los mejores músicos de cine de las últimas décadas: James Newton Howard.





80 años del toque Lubitsch

Realmente Ernest Lubitsch empezó a hacer películas en Alemania hace casi 100 años (su primera película data de 1914), pero muchos consideran Un ladrón en la alcoba (1932) como la película que consolidó un estilo.

Peter Bogdanovich no dudaba en colocar The Merry Widow (La viuda alegre, 1934) como una de las 10 mejores películas de la historia. No digamos ya hasta dónde llegaban los elogios de su mejor discípulo Billy Wilder. Desde luego este director alemán dejó una huella inmortal en la sofisticación cinematográfica que muchas veces se echa en falta en las comedias norteamericanas actuales.

Este breve reportaje da las claves del famoso toque Lubitsch y anima a volver a ver obras maestras como Ninotchka, El pecado de Cluny Brown, Una mujer para dos, Ser o no ser, La octava mujer de Barba Azul, Ángel, El bazar de las sorpresas, El diablo dijo no o Lo que piensan las mujeres. Un ejemplo del cine clásico que con el paso de los años no deja de ser más moderno y sutil.

"Los descendientes": gran película, estupenda novela

Hace unos días he comprendido el entusiasmo de Alexander Payne por la novela en la que se basa su última película: Los descendientes. La primera novela de la hawaiana afincada en Estados Unidos Kaui Hart Hemmings es una mezcla muy acertada de comedia, crítica y ternura por el ser humano. En palabras del crítico literario del New York Times: "Hemmings encauza con virtuosismo la voz de un desconcertado héroe de mediana edad".


Todo lo que Payne sugiere en la película se desarrolla con mucho talento en la novela, con diálogos afilados, descripciones certeras y un ritmo narrativo muy preciso, capaz de conmoverte, hacerte reír y pensar en el paso de una línea a otra. Hemmings se apoya en unos personajes definidos minuciosamente sin caer en arquetipos. Tal y como sucede en la película todos tienen su lado patético, egoísta y mortal, pero también su reverso luminoso, entrañable y humano. 

A lo largo de poco más de 300 páginas el retrato sociológico es completo. Partiendo de la pregunta ¿qué dejarás a tus hijos cuando te marches?, Hemmings no adoctrina al lector a pesar de mostrar las lagunas negras de una familia moderna, rica, aparentemente perfecta y realmente infeliz. Pero su novela se instala en tu cerebro haciéndote preguntas molestas una vez que sus personajes han conseguido, uno por uno, meterse de lleno en tu vida.

La novela se digiere especialmente bien en chanclas y bermudas, bajo el sol y en una tumbona con el sonido leve de las olas hawaianas. Pero como no es fácil tal grado de inmersión, una solución más asequible es instalarnos en cualquier rincón de nuestra Ikeahouse y poner de fondo la música hawaiana de la película. Es una experiencia catártica necesaria.

A falta de Shyamalan: "Touch"

Llevamos tiempo sin saber nada del director de El sexto sentido, El protegido y La joven del agua. Muchos esperan el momento de su regreso para volver a tener alguien al que menospreciar. Yo no. Espero la necesaria redención después de la infumable Airbender. Hasta 2013 no podremos ver a Will Smith e hijo en After Earth, la próxima peli del director indio que tiene un argumento peligrosamente parecido a la prescindible serie de ciencia-ficción Terra Nova. Será la primera vez que Shyamalan no escribirá el guión de una película suya.

Mientras tanto, hay un serie que recuerda a lo mejor del director de Señales: Touch. Un juego ingenioso que mezcla historias cortas al estilo de Crash de Paul Haggis (otro genio moderno desaparecido). Kiefer Sutherland (24), cambia de registro con acierto y pasa de las persecuciones a descifrar los crucigramas vitales que interpreta su hijo (David Mazouz), uno de los niño prodigio más interesantes de los últimos años.

Emotiva, bien contada, con una música incidental muy sugerente, Touch ya ha empezado su segunda temporada. Una de las buenas noticias de un otoño televisivo bastante redondo.




Comments System

Disqus Shortname